La niña mira
curiosa el cielo.
La niña pinta
un sol de caramelo.
Sus rayos dulces
tiñen de colores
las noches oscuras
todos los rincones.
Los rizos de sus soles
Se enredan en el viento
juegan con las manchas
y las hadas de los cuentos.
Ella pinta primaveras
sin lágrimas traviesas
sueña finales felices
como sus soles de seda.