Liderar en estas épocas requiere de mucho amor por los demás, ya que cada uno de ellos es distinto, vidas distintas, familias distintas, tareas distintas, talentos distintos, pensamientos distintos. Con todo distinto, cómo poder coordinar las tareas? Exactamente ése es el fundamento de una orquesta donde todo es distinto, cada músico, cada sonido, cada instrumento, cada partitura, cada rol y entre esa total diversidad es donde debemos generar una música grata a nuestro público.
La sabiduría milenaria nos enseña un sencillo y poderoso secreto: “Sigan ustedes mi ejemplo, como yo sigo el ejemplo de Cristo”. El Apóstol San Pablo se exponía para que todos pudiesen ver en él los valores que perduran en el tiempo. Si pretendemos armonizar a nuestros equipos y alcanzar resultados extraordinarios (bellas melodías que agraden al público), debemos aplicar el liderazgo en servicio que Jesús enseñó. Acepta las diferencias que existen y en esta diversidad de dones y talentos, descubre la oportunidad para ser ejemplo y puedas decirles: “Sigan ustedes mi ejemplo, como yo sigo el ejemplo de Cristo”.
No pretendas cambiarlos, clonarlos, hacer robots, cada uno es como es; tampoco tienes autoridad para cambiar las vidas ajenas, ni Dios puede! Solamente puedes ejercer autoridad sobre tu propia vida: cambia tú! Entonces descubrirás los secretos de armonizar los talentos y los dones de tu gente y alcanzar la necesaria completud. Es cuando escucharás sonido a orquesta, el perfume a equipo de trabajo. Lidera con el ejemplo sobre todos los diferentes y sobre todas las diferencias y verás que cuando las circunstancias son más tensas es porque el resultado que obtendrás será más grande.
La sabiduría continúa: “fíjense también en los que viven según el ejemplo que nosotros les hemos dado a ustedes”. El buen ejemplo es contagioso, lo verás y te sorprenderás. Coordina a tu equipo pensando en las diferencias que existen: Dios nos hizo distintos, así venimos de fábrica. Acepta tu rol de líder en servicio y que tu vida sea digna de imitarla, que tus actitudes hablen más fuerte que tus palabras. Sé imitador de Cristo y si las personas no siguen tu ejemplo, revisa a quien estás teniendo de ejemplo.
Oración: Señor Jesús. Suplico que te manifiestes con mi amigo que está leyendo este mensaje y le enseñes a liderar a los suyos. Gracias. Amén
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