Más que simplemente revelar el Reino, la misión de Jesús era reintroducirlo. Él vino para traer nuevamente a la humanidad un conocimiento del Reino de Dios, así como también para cambiar su pensamiento para que pudieran vivir verdaderamente en ese Reino. Con una santa pasión, Jesús obraba según esa misión divina. Antes de regresar al trono de su Padre, Él entrenó a sus discípulos para que continuaran esa misión hasta el final. Este mandato de Reino ha pasado de generación en generación con distintos grados de éxito. Desafortunadamente gran parte de la Iglesia cristiana ha perdido de vista el mensaje del Reino y en su lugar predica temas religiosos alternativos.
Esto es un serio problema, particularmente porque cumplir la misión de predicar el Reino es la llave para activar el tiempo de la venida del Señor. Jesús dijo que el fin vendría cuando el evangelio del Reino fuera predicado a todas las naciones. Cada tribu, cultura y grupo de personas deben oír de él antes de que Jesús pueda regresar. El hecho de que no haya vuelto todavía es una prueba de que su misión, la cual Él delegó a sus seguidores de toda generación, no ha sido cumplida todavía.
Tengo un problema con las personas que están predicando y profetizando que estamos en los “últimos días” y que la segunda venida está a la vuelta de la esquina. Consideremos los hechos: Jesús vendrá luego de que el evangelio del Reino haya sido predicado a todas las naciones. Actualmente, la población mundial excede a los seis billones. China solamente tiene un billón de personas, la gran mayoría de las cuales nunca han siquiera escuchado mencionar el nombre de Cristo. La población de la India ha atravesado el umbral del billón. Aproximadamente el 98% de los indios son hindúes, o musulmanes. Repito, el 1% o menos cree y sigue a Cristo. Lo que significa es que tan solo en estas dos naciones, más de 2.2 billones de personas no conocen a Cristo, y la mayoría de ellas nunca han escuchado el evangelio.
Más de 800 millones de personas viven en África, muchos de quienes son minimalistas. Muchos otros son musulmanes. Aunque el cristianismo está establecido firmemente en África, miles de creyentes africanos nunca han oído el evangelio del Reino de Dios. Conocen a Jesús, pero nunca se les ha enseñado sobre su posición como hijos de Dios y ciudadanos y herederos de su Reino.
Incluso en Europa y el occidente, incluidos Norteamérica, Sudamérica y el Caribe, pocas personas han oído el evangelio del Reino. Muchos han escuchado acerca de Jesús, y una gran porción de gente en esos lugares son seguidores de Cristo, pero varios de esos creyentes nunca han oído el mensaje del Reino. Todavía hay mucho trabajo por hacer antes de que la misión de Jesús de predicar el evangelio del Reino a todas las naciones vea su cumplimiento.
LA MISION DE JESUS: PREDICAR EL REINO
Por dondequiera que iba, Jesús predicaba el Reino. Esa era su misión. El mensaje principal de Jesús no era el “nacer de nuevo” que predomina en la predicación actual del evangelio. En todos los registros de su ministerio Jesús habló solo una vez sobre nacer de nuevo, y eso fue en medio de una noche a un fariseo llamado Nicodemo que vino a Él en forma privada. Nacer de nuevo es la forma de entrar en el Reino, es el primer paso necesario. Pero el evangelio del Reino abarca mucho más.
No solamente que Jesús habló muy poco sobre nacer de nuevo, sino que tampoco hizo de otros temas el centro de su predicación: prosperidad, sanidad, bautismo en el Espíritu Santo o muchas de las otras cosas que nosotros predicamos tanto en estos días. Jesús enseñó sobre esas cosas y las demostró en el ministerio diario, pero no predicó acerca de ellas. Hay una gran diferencia. Jesús tenía solo un mensaje: el Reino de Dios. Esta era su misión, y la delegó en nosotros. Su misión es nuestra misión.
Él dejó el mundo terrenal para completar la tarea que había empezado. Se sienta en el trono del cielo dirigiendo ese trabajo a través de sus representantes. Tristemente, muchos de nosotros no entendemos realmente lo que Jesús quiso decir cuando habló acerca del Reino. Por esta razón, necesitamos estudiar profundamente su mensaje, para poder predicarlo con exactitud y ayudar a cumplir su misión preparando, así, su venida. Como Jesús hizo, nosotros debemos proclamar que el Reino de los cielos está cerca, que Dios está trabajando para restaurarnos a nuestro lugar original y legítimo como sus hijos, como herederos de su Reino y como gobernantes del dominio terrenal.
Extracto del libro Redescubriendo el Reino
Por Myles Munroe