REFLEXIÓN VIERNES 11 DE MARZO DE 2016
“Nunca te abandonaré ni te dejaré solo. Así podremos decir con seguridad: EL SEÑOR es mi ayuda, no tendré miedo." Hebreos 13:5.
Se escucha en muchas personas palabras como: -Estoy aislado, -Vivo en un desierto, estoy incomunicado, etc. Expresiones como estas son sinónimos de soledad y ¿Quién no ha llegado a experimentar la soledad? Ella puede venir, entre otras cosas, por la pérdida de un familiar, de un amigo, dificultades económicas, por decepciones amorosas, ó por diversas circunstancias que solo usted conoce. Ante estos reveses, no escapa la edad, la raza, la condición social, etc.
También hay ocasiones en que en las primeras etapas de un proyecto desconocido, o después de un gran éxito, te sientes aislado, vulnerable, temeroso y solo.
¿Qué circunstancias te hacen sentir solo, impotente ó sin esperanza hoy?¿Problemas de salud? ¿malas relaciones personales ó familiares? ¿Un miembro de la familia en gran dificultad? En Jesucristo, Dios ha penetrado ese cuarto oscuro de nuestra soledad e impotencia y nos brinda, con su luz, consuelo, fortaleza y compañía.
Él puede llegar hasta nosotros y calmar nuestros temores, se hace cargo de nuestras angustias, aún en las circunstancias más desesperantes. Qué bueno es recordar que el Señor no nos ha olvidado, que Él nunca nos deja solos, ni nos abandona. “Nunca te abandonaré ni te dejaré solo." Hebreos 13:5.
No estás solo, Él siempre está a tu lado y si dispones tu corazón, puedes sentir su compañía. ¿Por qué no tomas esa decisión hoy de entregarle al Dios Altísimo tu vida y en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, permitir que Él dirija tus pasos?
ORACIÓN
“Soberano Dios y Padre Celestial:” SEÑOR, siempre vas delante de mí, siempre estás conmigo, no me dejas ni me desamparas, eres escudo alrededor de mí, tu vallado de protección divina me cubre. El día en que temo, yo en Ti confío. Tu oyes la voz de mi suplica, cuando a ti clamo. ¡Exaltado sea tu nombre eternamente! Dios de misericordias, Dios Santo y Fiel. Tu ferviente amor es mejor que la vida misma, mis labios te alaban, en el glorioso nombre de Nuestro Señor Jesucristo.” Amén y Amen.
-FELIZ FIN DE SEMANA-
ARBEY SERNA ORTIZ