REFLEXIÓN UNA VENTANA AL CIELO VIERNES 1º. DE JUNIO DE 2016.
“Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.”
Colosenses 3:2.
Acordarnos
de mirar siempre a lo alto, de donde viene nuestro socorro, lo debemos
aplicar en todas las circunstancias de nuestra vida, no solo
en las cosas buenas que nos suceden, sino también en los momentos
desagradables que afrontemos. No hay que mirar tanto hacia abajo, hay
que mirar siempre, siempre hacia arriba, allí está nuestro refugio.
Muy
cierto es que vivimos con los pies pegados a esta tierra, pues aquí
tenemos nuestra familia que debemos cuidar, nuestro trabajo que nos
da el alimento y aquí están las oportunidades de ser útiles pero,
aferrarnos solo a los terrenal y olvidarnos del celestial, puede ser
demasiado peligroso para nuestra alma y nuestro espíritu.
¿Qué contempla el que vive aferrado a esta tierra y no valora las
cosas celestiales? Solo puede observar: Fracasos, desesperación, desgracias, peligros, enemigos, infelicidad, etc. Pero
¿Qué de aquél que sin olvidarse de lo terrenal y sus responsabilidades, mantiene su mirada en las cosas de arriba?
De seguro verá el cielo azul impregnado de radiantes colores, verá el
sol brillante, le alumbrará la luz de Cristo que le llena de esperanza,
seguridad, consuelo y paz.
Independientemente
de las circunstancias que hoy estás afrontando; si hace frio ó calor,
si tus asuntos están funcionando bien ó mal,
¿Ya levantaste los ojos al cielo?
Dios
espera que alcemos la vista y miremos en su dirección. Jesucristo está
arriba en su trono, esperando que miremos hacia Él y que le permitamos
tomar el control de nuestras vidas.
Debes tomar tu propia decisión
“Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.”
Colosenses 3:2.
ORACION
“Soberano Dios y Padre Celestial: ”Al mirarte, recibo
de ti, el poder de una vida nueva y eterna.
Camino
confiado puestos los ojos en tu amado Hijo Jesucristo, el autor y
consumador de la fe.
En mis tiempos difíciles contemplo tu rostro y recibo tu protección. En
mis momentos placenteros vislumbro tu fidelidad y tu misericordia. Al
mirarte a ti, encuentro esperanza, seguridad y paz, Mi alma bendice tu
nombre y mi espíritu se goza y se deleita,
en el glorioso nombre de nuestro Señor Jesucristo.” Amén y Amén.
-FELIZ FIN DE SEMANA-
ARBEY SERNA ORTIZ