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Un Acto Insignificante
Locamente has hecho; no guardaste el mandamiento de Jehová tu Dios que él te había ordenado. 1 Samuel 13:13
El rey Saúl, hombre escogido para dirigir al pueblo de Dios, se hallaba en un aprieto. Era la hora del holocausto, pero el profeta, que ya estaba siete días tarde, no había llegado. Tomando las cosas en sus manos, Saúl presentó el holocausto. Como resultado, el profeta lo recibió con palabras severas: “Locamente has hecho; no guardaste el mandamiento de Jehová tu Dios que él te había ordenado; . . . Mas ahora tu reino no será duradero.”
Tal como en el caso de Saúl, lo que parece ser una decisión insignificante tiene el potencial de destruir su testimonio. El rey Saúl sin dudas pensó que presentar la ofrenda era algo insignificante, pero le costó el reino, y, más importante, dañó su relación personal con Dios.
¿Cómo mantiene usted su testimonio firme y sin mancha? Mantenga la pureza en primer lugar en su corazón y mente. Sintonice su corazón a la gentil voz del Espíritu Santo, y obedézcale cuando le habla. Mantenga una vida consistente de oración a fin de que su corazón esté sensible a las cosas que son importantes para el Señor. Y, sobre todo, siga el consejo del apóstol Pablo que les dijo a los tesalonicenses: “Examinadlo todo; retened lo bueno. Absteneos de toda especie de mal” (1 Tesalonicenses 5:21-22).
PR. DAVID JEREMIAH |
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Gracias querido hermano y amigo, un abrazito
para tu esposa! Araceli
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