La soberanía de Dios
Dios es el Alfa y la Omega, el principio y el fin de todo, el mismo nos dice en:
Dios es el Alfa y la Omega, el principio y el fin de todo, el mismo nos dice en
Isaías 43:13: Aun antes que hubiera día, yo era; y no hay quien de mi mano libre. Lo que hago yo, ¿quién lo estorbará? En este versículo Dios mismo se presenta ante nosotros como el creador de todas cosas, al decirnos: “Aun antes que hubiera día, yo era”. El fue el alfa, el principio de todo.
En la segunda parte Dios nos declara su poder:
y no hay quien de mi mano libre. Lo que hago yo, ¿quién lo estorbará?.
Nadie puede estorbar aquello que Él haya dispuesto hacer por su voluntad, ya que Él es el Todopoderoso Dios y su entendimiento no hay quien lo alcance. El es soberano. Dios ha querido crear al hombre con la capacidad de elegir, de razonar y de poder tomar sus propias decisiones al crearlo lo hizo a su imagen y semejanza. Le dio además la libertad de elegir, y el hombre la utilizó para apartarse de Dios, desobedeciendo las indicaciones y siguiendo sus propios deseos, se alejó de la soberanía y de la voluntad de Dios y ese fue el comienzo de los problemas para el ser humano.
Desde el comienzo de los tiempos el hombre creyó que alejándose de Dios sería libre de hacer lo que quisiera sin preocuparse de obedecerle. Tenemos en la Biblia un claro ejemplo de lo que ocurre cuando tomamos este tipo de decisiones, podemos encontrarlo en:
2º de Crónicas, se trata del rey Uzías
26:4 E hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho Amasías su padre.
26:5 Y persistió en buscar a Dios en los días de Zacarías, entendido en visiones de Dios; y en estos días que buscó a Jehová, él le prosperó.
Actuaba con sabiduría haciendo lo que era bueno, tal como había visto en su padre Amasías. Este joven buscaba a Dios con ansias de hacer su voluntad, estaba bajo su soberanía, notemos que en el versículo dice que lo hacía con persistencia, con el firme anhelo de buscarle y estar bajo su poderosa mano. Esto no pasa desapercibido ante los ojos de Dios, quien al ver su constancia y su búsqueda lo prosperaba grandemente.
Aquél que busca a Dios es prosperado en sabiduría, en paz, en felicidad y aún económicamente. Esta fue la respuesta de Dios para quien hacía su voluntad y se mantenía bajo su soberanía. Este joven rey que solo tenía 16 años en aquel entonces reinó por 52 años, su reinado fue exitoso y llegó a ser un rey muy poderoso. Aunque el éxito puede marear a las personas, que llegan a creer que lo han obtenido por sus propios méritos, sin reconocer que la mano de Dios estuvo guiándolos y dándoles sabiduría para lograrlo. Esto fue lo que ocurrió con Uzías, se enalteció de tal manera que se rebeló contra Dios, alejándose de su soberanía y terminó sus días cubierto de lepra en una casa apartada. Triste final para quien había sido bendecido y prosperado por Dios.
Persiste en la búsqueda de la voluntad de Dios, camina bajo su soberanía y déjate guiar por Él. Que Él sea el alfa y la omega en tu vida, su soberanía te cubrirá con paz y te guiará en todo.
Dios les bendiga
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