¿Quién es mi madre y quienes son mis hermanos?... he aquí mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre”
Mateo 12:46-50.
Dios armó una familia para ingresar en la humanidad. La familia de María y José. Esta familia también vivió frustraciones, fracasos, decepción, o sencillamente dolor. En su mismo comienzo, un gran conflicto amenazó la estabilidad de la pareja: el embarazo virginal de María. Un parto fuera de casa, y sin las condiciones apropiadas, ¿a quién se le ocurre traer un bebé al mundo así? Unos años más, y muere José. La familia pierde al papá… con todo lo que implicaba en esa época que una mujer quedara viuda, perder el sostén del hogar, y con ello la vivienda, las posesiones, tener que vivir de la caridad de otros. Finalmente, años más tarde, María también ve morir a su hijo Jesús, tal vez ahora sí sabe lo que es perderlo todo ¿Había fracasado la familia?
La familia que Dios eligió para adentrarse en la humanidad, puede tener algunas similitudes con la nuestra. Sin duda, lo que vemos es que Dios prevaleció en ella de principio a fin.
Y aún cuando todo “terminaba” (S. Juan 19: 26-27), Jesús mismo se encarga de decir que había “familia” para rato.
De la mano del máximo sufrimiento, llega la salvación y la esperanza de algo nuevo por nacer. Jesús deja una familia de madres, hermanos y hermanas, no ya como una familia de lazos sanguíneos, sino como familia espiritual, que será la Iglesia, encargada de vivir y comunicar las “Buenas Noticias”.
¿Estás pasando por un sufrimiento? ¿Sientes que todo terminó? Allí a los pies de la cruz, Jesús es tu salvación. Cuando algo termina, puede ser que para Dios sea el comienzo. El quiere hacer algo nuevo.
Hebreos 4.15, 16
Porque no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que ha sido tentado en todo de la misma manera que nosotros, aunque sin pecado.1Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos.
Jorge Galli