REFLEXIÓN VIERNES 17 DE FEBRERO DE 2017

“Pero muchos primeros serán postreros, y postreros, primeros.” Mateo 19:30.

En cualquier disciplina deportiva y en muchas actividades de la vida, siempre perdura en la memoria de los aficionados aquel que ocupó el primer lugar. Si usted le pregunta a alguien el nombre del que ocupó el segundo puesto, en determinada competencia, es difícil que acierte en la respuesta.

Un ejemplo sencillo de que siempre recordamos al primero, al campeón, puede ser cuando nos preguntan ¿cuál fue el segundo hombre en pisar la luna? De seguro muchos responderán como yo: Recuerdo que el primero en pisar la luna fue Neil Armstrong, pero el nombre del segundo no lo recuerdo. Bueno, nos queda de tarea averiguarlo.

Así funcionan las cosas para el mundo, todos los honores son para el campeón. Pero, para Dios, las cosas no funcionan de esta forma. Para Él: “Muchos primeros serán postreros, y postreros, primeros.” Mateo 19:30.

Lo afirma El SEÑOR JESÚS: “Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.”…”De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna” Juan 6:40,47.

¿Crees en JESUSCRISTO como el Hijo de Dios? Si es así tienes vida eterna, porque lo afirma la palabra de Dios. Si aún no has creído en El, hoy puedes tomar la decisión de entregar tu vida al Señor Jesús y tener vida eterna. Millones y millones ya lo han hecho. Tal vez, no seas el último que lo haga, pero puedes estar seguro que en los cielos harán memoria de ti, sin interesar si fuiste el primero ó el último en hacerlo, porque tu nombre___ estará inscrito en el Libro del Cordero de Dios. Te invito a que, con la ayuda del Espíritu Santo, entregues tu vida al Hijo de Dios y te apropies del regalo de la salvación que da a los que en Él creen de todo corazón.

ORACIÓN

“Soberano Dios y Padre Celestial” Sé de tu infinito amor y sé que quieres salvarme. Hoy yo___ me rindo ante ti y reconozco a tu amado Hijo Jesucristo como mi SEÑOR y mi único y suficiente SALVADOR. Amado Jesús, tú moriste por mí en la cruz del calvario y Dios te resucitó de entre los muertos. Tú vives y reinas por los siglos de los siglos. Toma el control de mi vida, sáname, sálvame y has memoria de mi nombre en tu Libro. Ayúdame a ser un testimonio vivo de tu amor y de tu misericordia, en tus manos soy un campeón, un vencedor. Oro en tu glorioso y poderoso nombre. ”Amén y Amén.

-FELIZ FIN DE SEMANA-

ARBEY SERNA ORTIZ