REFLEXIÓN VIERNES 24 DE FEBRERO DE 2017
“Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.” 1 Corintios 15:9-11.
Cada día vemos como el hombre busca exaltar su ego y por eso no es raro escuchar a algunos que atribuyen todos sus éxitos y logros, a su propio esfuerzo y sagacidad. Presumen diciendo: Esto o aquello lo conseguí, porque soy muy inteligente o porque soy muy fuerte. Otros dirán: Yo soy fulano de tal descendiente de… Por eso no es raro escuchar frecuentes exclamaciones como.: Usted no sabe quién soy yo.
El Apóstol Pablo, en cambio, no se enaltecía con sus triunfos, al contrario, nos enseña humildad. Él miraba su pasado y la forma como persiguió a la Iglesia y su corazón se estremecía. Se consideraba indigno de recibir de Dios, la inmensa bondad que lo acompañaba.
De seguro que si a nosotros nos hubiera correspondido juzgar a este hombre por sus delitos, es muy probable que, por la dureza de nuestro corazón, aún lo tuviéramos en prisión. De pronto no hay una definición de la palabra GRACIA en la Biblia, pero una buena definición sería el de recibir lo que no merecemos. El Apóstol Pablo merecía un severo castigo por sus delitos, pero, en cambio, Dios le dio lo que NO MERECIA, o sea, EL PERDON.
Mostrar gracia es extender favor ó bondad hacia alguien que no lo merece y que jamás puede ganarla. Nosotros, por nuestros pecados, merecíamos la muerte, pero en cambio hemos recibido, por nuestra fe puesta en Jesucristo, un perdón inmerecido. Estábamos sucios y mal olientes, pero CRISTOnos levantó, nos limpió con su sangre y nos perfumó con el manto de su gloria. ¿Cómo se llama eso? GRACIA. Hayamos gracia ante El Dios Altísimo, por medio de nuestro SEÑOR JESUCRISTO.
El Dios Altísimo, por la aceptación incondicional de la muerte en la cruz de su Unigénito Hijo, sigue buscando a quien hacer partícipe de su gracia. Él nos asegura que si somos algo, es por su inagotable y eterna gracia. Por eso quiere y espera que la compartamos con todos los que nos encontremos a nuestro paso. ¿Has mostrado gracia con otras personas hoy?
ORACIÓN
“Soberano Dios y Padre Celestial” Te doy gracias por las habilidades y dones que me has dado. Es tu gracia infinita extendida sobre mí, la que me permite cada día desarrollar diversas actividades. Ayúdame a reconocer que todo lo que tengo, que todo lo que soy, no es por mi habilidad ni mi inteligencia, sino por tu infinita gracia extendida desde lo alto sobre mí. Todo procede de tu preciosa mano que todo me lo da. Tus misericordias son nuevas cada mañana y cada noche proclamo tu fidelidad, en el poderoso y glorioso nombre de mi SEÑOR JESUCRISTO.” Amén y Amén.
-FELIZ FIN DE SEMANA-
ARBEY SERNA ORTIZ