Salmo 63:7
“Porque has sido mi socorro, y así en la sombra de tus alas me regocijaré.”
Si estás atravesando un tiempo difícil no te preocupes, no eres el único, creo que cada uno de nosotros ha tenido que pasar por diferentes pruebas y dificultades, pero seguramente podrás como yo decir en estos días , que Dios ha sido mi socorro. En todo momento difícil me acompañó y renovó. El es mi refugio seguro.
Su amor y su misericordia me animan a seguir adelante en cualquier circunstancia. Me ha dado muchos motivos para adorarle y darle gracias. Me acomodé en la quietud de su presencia y recibí su fortaleza mientras oraba. Era como si alguien me hubiera tomado en sus brazos antes de caer.
Salmo 63:8
“Está mi alma apegada a ti; Tu diestra me ha sostenido.”
Fue Dios que me ha dado una vida feliz, un esposo que me ha amado mucho, con quien he sido muy dichosa. Aun lo sigo amando, aunque él ya haya partido a la presencia de Dios. Él nos permitió formar una familia unida que me expresa su afecto, me cuida y acompaña. En esto compruebo el amor y la fidelidad de Dios, en la manera en que siempre nos ha acompañado.
Al hacer un balance de mi vida, puedo decir que nunca nada nos ha sido fácil. Hemos trabajado mucho siempre, para poder progresar y cumplir nuestro anhelo de que nuestros hijos estudien. Tuvimos que esforzarnos y luchar, pero hacerlo juntos ha sido de gran bendición y lo hemos logrado con la ayuda de Dios. Ha sido gratificante ver crecer a nuestros hijos y nietos. En medio de las pruebas siempre hemos sentido que su diestra nos ha sostenido y sé que lo seguirá haciendo y me sostendrá hasta el fin. No tengo ninguna duda de que así será, porque mi alma está apegada a Dios, quien es mi socorro oportuno en la tribulación.
¿Cómo te sientes?, ¿necesitas fortaleza? Acude a Dios. Él está dispuesto a socorrerte a ti, a estirar su mano y sostenerte con su diestra en todo momento. Solo lo hará si se lo pides, ya que te da la posibilidad de tomar decisiones. Recurre a Dios en oración y dile que lo necesitas. Comienza con fe un año victorioso sostenido por Su mano. Exprésale tu angustia en palabras. Permite que Él te muestre su Gloria y su poder. Verás que te sostendrá y acudirá en tu socorro.
¡Digno eres Señor de toda gloria y alabanza!