“Si el ignorante calla, pasa por sabio; si no abre la boca, pasa por inteligente.” Proverbios 17:28.
¿Ha escuchado decir, chistosamente, algo como: -Esa persona habla más que un soldado en licencia o secuestrado recién liberado? Bueno, esto es explicable por las innumerables cosas que tiene esa persona por contar y parece que el tiempo no le va a alcanzar.
En ocasiones actuamos como el soldado en licencia, ó el secuestrado recién liberado, hablamos y hablamos sin parar. Por eso vale la pena preguntarnos si estamos edificando y animando a los que nos están escuchando y, si no es así, debemos pedirle a Dios que nos de sabiduría y mantenga en nuestros labios palabras apacibles y afectuosas para nuestros oyentes. “El que mucho habla, mucho yerra; el sabio aprende a callar.” Proverbios 10:19.
¿En cuántas dificultades te ha metido tu lengua durante esta semana? Definitivamente somos prontos para hablar pero lentos para callar y nuestra lengua, nos puede meter en muchos problemas. ”Los labios del justo, apacientan a muchos.” Proverbios 10:21b.
Las palabras que a diario utilizamos pueden mejorar o perjudicar nuestras relaciones interpersonales. Siempre podemos expresar nuestras ideas y opiniones con palabras respetuosas saturadas de gracia. Si eso podemos hacer en público, en la Oficina, en el Colegio, en la Universidad etc., cuanto más estamos llamados a expresarnos con palabras dulces y amables en el hogar con nuestra esposa, con nuestros hijos, nuestros familiares, nuestros vecinos y amigos.
ORACIÓN
“Soberano Dios y Padre Celestial:” Encomiendo a ti mis obras y afirma mis pensamientos. Dame sabiduría para poder comunicar con gracia mis opiniones. Abre mis labios para cosas rectas, porque entonces mi boca hablará verdad y mi lengua como de sabios, adornará la sabiduría. Refrena mis labios y hazme prudente, Permíteme ser pronto para oír, tardo para hablar y tardo para airarme, en el glorioso y poderoso nombre de mi Señor Jesucristo.” Amén y Amén.
-FELIZ FIN DE SEMANA-
ARBEY SERNA ORTIZ