
Un tesoro muy valioso
Esta reflexión basada en Malaquías 3:17, nos ayudará a que podamos traer a nuestra memoria estas palabras, en el momento oportuno.
Cuando estemos atravesando algún tiempo particular, difícil o tal vez doloroso. ¿Alguna vez te pusiste a pensar en la profundidad del amor que Dios tiene hacia ti?
Yo sí. Reconozco que lo he meditado muchas veces. Este versículo nos dice que nosotros, como pueblo de Dios, somos su especial tesoro. El Creador de todo lo que existe nos dice a nosotros, simples personas, que somos para Él, “un especial tesoro”.
¿No es algo maravilloso que Dios sienta esto por nosotros? Dios nos ama tan infinitamente que desea que lleguemos a comprender la grandeza de su amor. Esto se destaca en Malaquías 3:17 que dice:
“…serán para mí especial tesoro, ha dicho Dios. En el día en que yo actúe; los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo…”
Esta es una promesa de Dios para los que creímos y confiamos en él, desde ese momento tan especial en que lo reconocimos en nuestro corazón, como Señor y Salvador. Ese fue el día en que recibimos y comprendimos su gran amor. Él restauró nuestras vidas y perdonó nuestras faltas y pecados convirtiéndonos en “Su especial tesoro”.
¡Qué maravilloso es poder llegar a comprender la magnitud infinita del amor de Dios!
Solamente si estamos cimentados en él, seremos capaces de entender lo alto, ancho y profundo que es.
Muchas personas viven tristes y en angustia, pensando que no sirven para nada y que hubiera sido mejor no haber nacido. Esto les impide ser felices. Si crees que tu vida no le importa a nadie, te equivocas, Dios te ama tanto que envió a su Hijo por ti y te propone una vida con un propósito determinado.
Eres un tesoro muy valioso para Dios. Él ha pagado un precio muy alto para tenerte consigo. Levántate, dale gracias y sé fiel a Él.
Oremos juntos:
Te damos gracias Señor por tenernos como tu especial tesoro, a pesar de cuanto nos alejamos de ti y nos equivocamos, al no darle valor a tu inmenso amor. ¡Gracias Padre, por tu infinito amor, por salvarnos a tan alto costo y por darnos la posibilidad de una vida nueva y una eternidad para estar junto a ti! Nos damos cuenta de cuánto nos amas, hasta el fin.
Reconocemos que te necesitamos y te pedimos perdón sabiendo que solamente por tu gracia y por tu gran amor podemos recibirlo. Por todo esto te adoramos y te damos gratitud, gloria y alabanza, en el nombre de Jesús, amén.
Dios te bendiga. ARACELI

|