REFLEXIÓN VIERNES 15 DE JULIO DE 2017.
“Pero este es a quien aprecio: La persona pobre con un espíritu abatido que tiembla ante mi palabra.” Isaías 66:2.
El Padre Celestial no se deleita en la agilidad ó la astucia del hombre. El Dios Altísimo se complace en los que le temen y en los que esperan en su misericordia: “Pero este es a quien aprecio: La persona pobre con un espíritu abatido que tiembla ante mi palabra.” Isaías 66:2.
El fiel amor que Dios les tiene a los que le respetan, es tan inmenso como el cielo sobre la tierra. El SEÑOR es tan bueno con los que le adoran y le obedecen, como lo es un padre con sus hijos. Él ha colocado su trono en el cielo; y desde allí su reino lo controla todo. Dios sabe todo de nosotros, para Él no es ajeno nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro.
No interesa la edad que tengamos, pues, siempre podemos aprender de los errores pasados, para evitar caer nuevamente en ellos. Lo que si podemos hacer es mirar al pasado, pero con la mirada divina y pedirle perdón a Dios por esos yerros que ni a nuestro mejor amigo (a), nos atrevemos a confesar.
De pronto pensará que en ese pasado cometió pecados que hoy le parecen imperdonables, pero Dios no pide nada al hombre pecador, solo que reconozca su culpabilidad y crea que JESUCRISTO cargó nuestra culpa en la cruz. Su amor y su misericordia son mayores que cualquier pecado que hayamos cometido “Misericordioso y clemente es el SEÑOR; lento para la ira, y grande en misericordia” Salmo 103:8.
Tal vez te acerques hoy con lágrimas en tus ojos y avergonzado por haber ofendido a Dios, pero puedes estar seguro que al corazón arrepentido y humillado, nunca despreciará el Señor.
ORACIÓN
“Soberano Dios y Padre Celestial” Eres compasivo y misericordioso con cada uno de nosotros. No nos has dado el castigo que merecen nuestros pecados; ni nos tratas conforme a nuestras maldades. Eres paciente y abundas en fiel amor; en ti hay perdón para que seas reverenciado. De lo profundo de mi corazón, oh Señor, a ti clamo, oyes mi voz y siempre están atentos tus oídos a la voz de mi súplica. Exaltado seas sobre los cielos, sobre toda la tierra sea tu gloria, en el poderoso nombre de nuestro Señor Jesucristo.” Amén y Amén.
-FELIZ FIN DE SEMANA-
ARBEY SERNA ORTIZ