PERFECTO AMOR
1º Juan 4:18
“En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.”
Juan afirma que la persona temerosa no se siente plena ni feliz, por no tener paz. No puede disfrutar su vida ni el amor de quienes la rodean. Tiempo atrás, leí con asombro una investigación en internet, que estimaba que aproximadamente cuatrocientos mil jóvenes tratarán de quitarse la vida en el término de un año y que al menos quince mil podrían llegar a lograr ese objetivo.
¿Qué es lo que lleva a tantos jóvenes a no tener apego a la vida? ¿A entregarse al consumo de sustancias que dañan su organismo, aun conociendo sus efectos nocivos? O a dejarse llevar por la desesperación y darse por vencidos ante situaciones que pueden solucionarse con decisión y esfuerzo.
Se encuestó a estudiantes acerca de sus temores. Más del 60% de ellos afirmaban tener temor al fracaso. En este tiempo muchas personas se autodestruyen por las adicciones y no les importa, no se sienten agradecidos a la vida ni a Dios. Cada vez más personas se sienten insatisfechas, vacías y no encuentran un motivo para vivir, todo les da lo mismo.
Dios ofrece su amor a todo el que quiera recibirlo, ese amor perfecto echa fuera el temor. Ese amor nos permite tener vida abundante independientemente de la situación que atravesamos. Él nos da paz para los momentos de angustia, fortaleza en la dificultad y el dolor, sabiduría para hacer lo que conviene y no lo que nos destruye. Por supuesto, tendremos que enfrentarnos a tiempos difíciles. Esto es cierto, Jesús nos dijo en:
Juan 16:33
“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”
Encontramos paz en el perfecto amor de Dios. Su amor puede echar fuera el temor. Encontramos paz en el perfecto amor de Dios. Nos permite pensar y actuar con la seguridad y la tranquilidad de que no estamos solos. De esta manera enfrentamos la vida con confianza y sin temor, sabiendo que Dios nos acompaña. Al enfrentar el dolor, las tristezas o el sufrimiento el perfecto amor de Dios echará fuera todo temor. Podemos estar confiados y tranquilos, no desesperamos.
Podemos leer en La Biblia que en este mundo tendremos aflicciones. Pero también dice: “confiad, yo (Jesús) he vencido al mundo”. Deja todo en sus manos, su paz, su amor y sus fuerzas estarán acompañándonos si las nuestras se terminan. Dios te dé su amor perfecto, quite de ti todo temor y fortalezca tu vida. Dios te ama con ese amor eterno que cubre nuestras imperfecciones y nos guía. Aprendamos a descansar en Aquel que sabe cuáles son las cosas de las que tenemos necesidad. Recibe su bendición y vive confiando en Dios.