GRATITUD
Un día muy triste sufrí y perdí mucho,
Entonces, lloré muy amargamente.
Aprecié mucho cuanto me fue dado,
Amor, consuelo, fortaleza y paz.
Dios me rodeó con sus fuertes brazos,
Mi familia me abrazó con los suyos,
Hermosos recuerdos llenaron mi alma.
Una etapa muy difícil comenzaba…
Fue cuando descubrí cuanto tenía,
Comprendí que me rodeaba mucho amor,
Que no debería sentirme sola.
Bajé mi cabeza y agradecí, mucho.
¿Entiendes esto? Cuando nos centramos en nuestros problemas, sufrimientos o angustia cerramos la puerta de la gratitud a Dios. En todo momento Él está a nuestro lado para darnos fuerzas.
En ocasiones, no sabemos cómo es que nos sostenemos en pie. La razón es que el Señor está abrazándonos, sustentando nuestra vida y nuestro espíritu con su poder y amor, sobre todo para darnos paz, que es lo que más necesitamos.