¡Sigueme!
En una ocasión Jesús le ofreció a un joven rico la oportunidad de tener paz y el gozo de ser hecho hijo de Dios. Leemos esto en Marcos 10:21
“...Anda, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en los cielos y sígueme, tomando tu cruz…”
El joven se afligió mucho, tenía el deseo de seguir a Jesús, pero no a costa de sus posesiones. Amaba lo que tenía, amaba sus riquezas más que a Dios. Prefirió irse muy triste, Dios no era lo primero en su corazón, sus posesiones eran lo más importante. ¡Cuántas veces prometemos ser fieles a Dios, pero nos aferramos a otras cosas que nos impiden cumplir nuestra promesa!
Tal vez sea necesario dejar cosas muy importantes. Si hoy Jesús te lo pidiera ¿qué le responderías? ¿Te volverías atrás por no dejarlas? ¿Qué lugar estás dando a Dios?
Solamente en su presencia, conocerás la plenitud del gozo y recibirás la paz y la seguridad de ser su hijo. Dale un lugar en tu corazón en el día de hoy.
Acuérdate y agradece lo que recibes de su mano: la vida, tu familia, tus talentos, el trabajo que tienes. Todo proviene de Él. Dios te bendiga y te guíe en las situaciones que debas enfrentar en este día.
Si Dios está en el primer lugar en el orden de tu vida y es quien ordena tus pasos, todo saldrá bien.
|