LUCAS CAP. 6
Lucas cap. 6: v 1 al v 5
Un sábado en que Jesús atravesaba unos sembrados,
sus discípulos arrancaban espigas, la restregaban con sus manos y se las comían.
Al verlo, algunos fariseos les dijeron: ¿Por qué hacen ustedes lo que no está
permitido en día sábado? Jesús respondió: ¿Ustedes no han leído lo que hizo
David, cuando tuvo hambre, él y sus compañeros? Pues que entró en la casa de
Dios, tomó los panes benditos, comió de ellos y les dio a sus compañeros, a
pesar de que sólo los sacerdotes podían comer de ese pan. Y les decía: El Hijo
del Hombre tiene autoridad sobre el sábado.
ENSAYO:
Cuando alguien tenga necesidad de saciar su hambre de consuelo, de
sentirse acompañado, de sentir que a alguien le importa lo que le pasa, de
sentirse protegido, y de sentir la esperanza de poder salir de cualquier
problema en el que esté sumido y que le está causando una serie de angustias e
intranquilidades; se le debe hacer saber o recordar que Dios nos ama sin
condiciones, y que a través de Jesucristo nos será permitido entrar en la casa
de Dios, y en el Nombre de Jesús, podamos tomar de lo suyo, que por lo
consiguiente también puede ser nuestro a través de aceptar la voluntad de Dios
en la obediencia fiel a Jesús y a su enseñanza para ser saciado de todas
nuestras necesidades al recibir su Palabra en nuestros corazones aún cuando sea
sábado ya que Jesús nos muestra y nos enseña que él tiene autoridad sobre el sábado
y quita de todo creyente suyo esta imposición que castiga y que ya no tiene
cabida en los tiempos nuevos del perdón de Dios para todo cristiano.
Lucas cap. 6: v 6 al v 11
Pues bien, otro sábado entró en la sinagoga y se
puso a enseñar. Había ahí un hombre que tenía paralizada la mano derecha. Los
maestros de la Ley
y fariseos espiaban a Jesús para comprobar si hacía sanaciones en día sábado y,
en ese caso, acusarlo.
Pero Jesús conocía sus pensamientos. Dijo: pues,
al hombre que tenía la mano paralizada: Levántate y ponte en medio de esa
gente. Este se levantó y permaneció de pie. Entonces Jesús les dijo: A ustedes
les pregunto: ¿está permitido en día sábado hacerle bien a uno o dejarlo con
mal, salvar una vida o dejarla morir? Paseando entonces su mirada sobre todos
ellos, dijo al hombre: Extiende la mano. Lo hizo y su mano quedó sana. Pero
ellos, furiosos, se consultaban que podrían hacer en contra de Jesús.
ENSAYO:
La gente religiosa que ha convertido la enseñanza de Jesús en una nueva
ley de hombres en el Nombre de Jesús para sujetarse a ellos, incluyendo la
prohibición de hacer cualquier cosa en día sábado, estarán pendientes de
aquellos que estén tratando de enseñar a guardar y cumplir los mandatos y
enseñanza de Jesús a través del estudio, reflexión y meditación de ella, para
detectar cualquier cosa que no sea congruente con lo que prediquen y así poder
atacarlos y confundir a los que los escuchan.
Pero los verdaderos discípulos de Jesús y a través del Espíritu Santo,
siempre tendrán las respuestas adecuadas a todas las preguntas que ellos hagan
para confundirlos, así será descubierto quien dice verdad y quien dice mentira.
Lucas cap. 6: v 12 al v 16
En aquellos días se fue a orar a un cerro y pasó
toda la noche en oraciòn con Dios. Al llegar el día, llamó a sus discípulos y
de ellos escogió doce, a los que llamó apóstoles: Simón, al que le puso por
nombre Pedro, y Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás,
Santiago, hijo de Alfeo, Simón, apodado Zelote, Judas, hermano de Santiago, y
Judas Iscariote, que fue el traidor.
ENSAYO:
Este retiro que Jesús hizo sobre un cerro para orar toda la noche a Dios,
fue para darle el lugar que le corresponde a Dios por encima de las cosas del
mundo y así le fuera revelado quienes serían sus discípulos, y esa es una
enseñanza que se nos muestra de esa manera, para saber que en estos tiempos en
los que algunos seremos escogidos por él como sus discípulos, tenemos que
subirnos encima de ese cerro de conocimientos de sabiduría humana, tradiciones
religiosas y materialistas, y colocar encima de todo eso a las cosas
espirituales de Dios para que nos sea revelada la verdad anunciada en los
mandatos y enseñanzas de Jesús como la voluntad de Dios, para guardarla y
enseñarla a cumplir con fidelidad en obediencia a esa santa voluntad.
Lucas cap. 6: v 17 al v 31
Bajando con ellos, Jesús se detuvo en un llano.
Con él estaba un grupo impresionante de discípulos suyos y un pueblo numeroso
precedente de toda Judea y Jerusalén, como también de la costa de Tiro y Sidón.
Habían venido a oírlo y para que los sanara de sus enfermedades. Sanaba también
a los atormentados por espíritus malos, y toda esa gente trataba de tocarlo
porque de él salía una fuerza que los sanaba a todos.
El, entonces, levantó los ojos hacia sus discípulos,
y dijo:
Felices los pobres, porque de ustedes es el Reino
de Dios.
Felices ustedes que ahora tienen hambre, porque serán
satisfechos.
Felices ustedes que lloran, porque reirán.
Felices ustedes si los hombres los odian, los
expulsan, los insultan y los consideran unos delincuentes a causa del Hijo del
Hombre. En ese momento alégrense y llénense de gozo, porque les espera una
recompensa grande en el cielo. Por lo demás, esa es la manera como trataron también
a los profetas en tiempo de sus padres.
Pero, ¡pobres de ustedes, los ricos, porque
ustedes tienen ya su consuelo!
¡Pobres de ustedes, que ahora están satisfechos,
porque después tendrán hambre!
¡Pobres de ustedes que ahora ríen, porque van a
llorar de pena!
¡Pobres de ustedes cuando todos hablen bien de
ustedes, porque de esa misma manera trataron a los falsos profetas en tiempos
de sus antepasados!
Pero yo les digo a ustedes que me escuchan: Amen a
sus enemigos, hagan el bien a los que los odian, bendigan a los que los
maldicen, rueguen por los que los maltratan. Al que te golpea en una mejilla, preséntale
la otra. Al que te arrebata el manto, entrégale también el vestido. Da al que
te pide, y al que te quita lo tuyo, no se lo reclames.
Traten a los demás como quieren que ellos los
traten a ustedes.
ENSAYO:
Cuando queramos platicar íntimamente con Dios para recibir revelación
para tomar correctamente cualquier decisión, deberemos retirarnos a un lugar
especial en donde nada ni nadie nos pueda interrumpir, un lugar tranquilo
semejante a la quietud de la noche, para que al subirnos a ese cerro de nuestra
condición tradicional y colocarlo como estrado de las cosas espirituales de
Dios en el Nombre de Jesús, nos sea abierta la Puerta Hermosa del
recinto espiritual de Dios e introducirnos en él para que nos sea compartido
ese poder, esa energía capaz de curar dolencias y sanar enfermedades y echar
fuera demonios al invocar el poderoso Nombre de Jesús, y poder decir: Felices
los pobres en conocimientos y sabiduría humana, porque serán menos los
impedimentos para recibir el conocimiento y la Sabiduría de Dios.
Felices los que tienen hambre de conocer de Dios porque serán saciados con el
Pan de vida y el vino nuevo que es el cuerpo y la sangre de Jesús. Felices
ustedes, los que sufren por la falta de conocimientos de sabiduría humana,
porque recibirán el gozo de la
Sabiduría de Dios. Felices ustedes, a quienes por causa de predicar
la Palabra
conforme a la voluntad de Dios y no de acuerdo a la voluntad de hombre, los
odien, los expulsen, los insulten y los consideren unos delincuentes, porque
según ellos usurpan un lugar que no les corresponde porque no han sido
nombrados por el hombre. Alégrense y llénense de gozo porque ustedes recibirán
la recompensa que merecen.
Pero, pobres de aquellos que piensan que sus conocimientos de sabiduría
humana les proporcionarán consuelo en sus penas, porque en verdad no será así.
Pobres de aquellos que se sienten satisfechos con sus conocimientos de hombre y
no han sentido hambre por conocer de Dios de acuerdo a la fidelidad en los
mandatos y enseñanza de Jesús, porque después les será muy difícil encontrar
ese alimento espiritual ya que sus pensamientos y conocimientos
tradicionalmente religiosos y materialistas lo ha ocultado para impedirles
acercarse a él con facilidad. Pobres de aquellos que ahora ríen al amparo de
esos conocimientos mundanos que les han proporcionado gozos y placeres en este
mundo, porque eso les traerá penas que los harán llorar. Pobres de aquellos que
buscan su identidad en las cosas de hombre, porque cada vez se alejan más de
poder conocer su verdadera identidad en la imagen y semejanza de Dios a través
del estudio, reflexión y meditación de la Palabra de Dios confiada a Jesús.
Esto no quiere decir, que aquellos a los que está dirigido lo anterior
y que Jesús compadece, sean candidatos a ser separados de los demás, no, sino
más bien, deberemos amarlos y ayudarlos en lo posible para que rectifiquen el
camino, bendiciéndolos aunque ellos hablen mal de nosotros, inclusive, rogando
a Dios por los que nos maltratan, perdonándolos siempre de todo el mal que nos
hagan, sin contiendas, sin reclamos, dándole a quien pide de acuerdo a nuestras
posibilidades y así estaremos tratando a los demás como quisiéramos ser
tratados.
Lucas cap. 6: v 32 al v 38
Porque si ustedes aman a los que los aman, ¿qué mérito
tienen? Hasta los malos aman a los que los aman. Y si hacen bien a los que les hacen
bien, ¿qué mérito tienen? También los pecadores obran así. Y si prestan algo a
los que les pueden retribuir, ¿qué mérito tienen? También los pecadores prestan
a los pecadores para recibir de ellos igual trato.
Por el contrario, amen a sus enemigos, hagan el
bien y presten sin esperar algo en cambio. Entonces la recompensa será grande y
serán hijos del Altísimo, que es bueno con los ingratos y los pecadores. Sean
compasivos, como es compasivo el Padre de ustedes. No juzguen y no serán
juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. Den y
se les dará; recibirán una medida bien llena, apretada y rebosante; porque con
la medida que ustedes midan serán medidos.
ENSAYO:
Poniendo por obra todo lo anterior, nos estaremos colocando en el
conocimiento de que estas sugerencias son para que las hagamos nuestras,
siguiéndolas y aplicándolas a todos nuestros semejantes, no importando cual es
su creencia o su religión, raza, nacionalidad o posición social, importando
sólo que todos somos seres humanos, con un cuerpo, con un alma y con un
espíritu, y si lo hacemos en el Nombre de Jesús, seremos hijos obedientes del
Altísimo y la recompensa que recibamos será grande en este mundo y en el mundo
venidero.
No debemos juzgar a nadie para no condenar y no ser condenados, por lo
que es mejor y más provechoso dar a quien lo necesite y de acuerdo a nuestras
posibilidades todo lo positivo que tengamos en lugar de dar algo negativo,
porque recibiremos más, mucho más de lo que demos, es decir: si consuelo, recibiremos
más consuelo, si alimento, recibiremos más alimento, si misericordia, más
misericordia, si en lo económico, recibiremos más en lo económico y así
sucesivamente, pero deberemos tener cuidado, porque si damos algo o mucho
negativo, por justicia también recibiremos más de lo que demos, porque con la
vara que midamos, seremos medidos.
Lucas cap. 6: v 39 al v 45
Les dijo además esta comparación: ¿Puede un ciego
guiar a otro ciego? ¿No caerán juntos en el hoyo? Pues el discípulo no es
superior a su maestro; si se deja guiar, se parecerá a su maestro. ¿Y por qué
te fijas en la pelusa que tiene tu hermano en un ojo si no eres consciente de
la viga que tienes en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu propio
ojo, y entonces verás con claridad y podrás sacar la pelusa del ojo de tu
hermano.
No hay árbol bueno que dé una fruta mala, y el árbol
que no es sano tampoco dará fruta buena. Además, todo árbol se reconoce por su
fruto. No se sacan higos de los espinos, ni de las zarzas se sacan uvas. El
hombre bueno saca cosas buenas del tesoro que tiene adentro, y el que es malo
saca cosas malas; porque su boca habla de lo que abunda en el corazón.
ENSAYO:
Si nos dejamos guiar por la enseñanza que Jesús nos comparte a través
de la Palabra
de Dios, llegaremos a ser reflejo de él y no nos dejaremos guiar por aquellos
que no han alcanzado o no han querido ver la verdad que Jesús anuncia, y eso
los ha vuelto ciegos, ciegos que guían a otros ciegos como ellos a un lugar que
los hará ir dando tumbos hasta llegar a un hoyo profundo, en donde, si no
quieren abrir sus ojos a la luz de Jesús, todos caerán en él.
Por eso deberemos seguir preparándonos a través del estudio, reflexión
y meditación de los mandatos y enseñanza de Jesús, para que llegado el tiempo,
hayamos sacado de nuestros ojos esa viga que se formó por la ignorancia en el
conocimiento de Dios por dejarnos guiar por enseñanzas y mandatos de hombre, y
cuando hayamos quitado esa viga podremos decir a nuestro hermanos que permitan
que el Señor les quite la pelusa que les ha impedido ver la verdad en su
Palabra, porque si no lo quieren permitir, pueden volverse ciegos, y tal vez,
guías de otros ciegos y juntos caerán en ese hoyo profundo de la ignorancia en
el conocimiento de Dios.
Recordemos que no hay creyente de Jesús que no sea árbol bueno y que
también bueno sea su fruto, pero este fruto puede ser contaminado con alguna
plaga que haría, que al que lo comiese, no le haga todo el bien que se espera
de él, sino que más bien le será provocado algún malestar cuyo efecto necesita
ser contrarrestado, por lo que el árbol necesitará ser podado y descontaminado
desde su raíz para que el fruto que produzca, aparte de ser bueno, esté
completamente sano para que el que lo coma consuma el buen alimento.
Así, pues, tomemos el ejemplo anterior, y revisemos lo que estamos
predicando, y si nos damos cuenta de que se ha contaminado con enseñanzas y
mandatos de hombre, seamos valientes para quitarle todo eso que lo ha contaminado,
creyendo en verdad en la
Palabra de Dios, a través de la enseñanza que Jesús comparte
al hombre, estudiándola, reflexionando en ella y meditándola profundamente,
para que el Fruto del Espíritu producido en nosotros esté libre de
contaminación para que todo hombre quiera ser semilla para convertirse en árbol
productor del Fruto del Espíritu, así, pues, recordemos: el hombre bueno saca
cosas buenas del tesoro que tiene adentro.
Lucas cap. 6: v 46 al v 49
¿Por qué me llaman Señor, Señor, y no hacen lo que
yo digo? Les voy a decir a quién se parece el que viene a escuchar mis palabras
y las practica. Se parece a un hombre que, al construir su casa, cavó bien
profundamente y puso los cimientos sobre la roca. Vino una inundación y la
corriente se precipitó sobre su casa, pero no pudo removerla porque estaba bien
construida. Por el contrario, el que escucha mi palabra, pero no la practica,
se parece a un hombre que construye sobre tierra, sin cimientos. La corriente
se precipitó sobre ella y en seguida se desmoronó, siendo grande el desastre en
esa casa.
ENSAYO:
Si estamos estudiando, reflexionando y meditando a profundidad la
enseñanza que Jesús nos comparte como la voluntad de Dios,, entenderemos bien
lo que nos dice y podremos llamarlo en verdad Señor, pues estamos esforzándonos
por guardarla y enseñarla a cumplir con fidelidad, rindiendo nuestro libre
albedrío al Espíritu Santo para recibir, en su momento, manifestaciones reales
de su poder que afianzará y robustecerá nuestra fe porque se nos ha estado
permitiendo ver la verdad de su Palabra y que está haciendo que su Espíritu
aflore en nuestras mentes y anide en nuestros corazones, dándonos a plenitud la
confianza, la certeza y convicción de que ello nos hace fuertes y resistentes a
cualquier tentación de sabiduría religiosa tradicional que nos quiera motivar
para adulterar la enseñanza que estamos recibiendo a través de Jesús. Así nuestra casa será construida con
cimientos en la roca de la voluntad de Dios, y no con cimientos sobre la tierra
de la voluntad de hombre, lo que nos haría padecer el desastre anunciado.
Advertencia:
Estos discernimientos no pretenden tener la
verdad absoluta, sino que son consideraciones personales del autor y deben
tomarse como material de estudio y en su caso discutir con propiedad en cada
uno de ellos.
Ensayos
José Luis Hernández C.