REFLEXIÓN UNA VENTANA AL CIELO VIERNES 19 DE ENERO DE 2018.
”El Señor no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero el Señor mira el corazón” 1 Samuel 16:7.
Día a día la sociedad actual otorga gran importancia a la belleza física, hasta el punto de hacernos creer que es esta la que nos trae la felicidad ó da más valor a la persona. La Biblia, en cambio, nos enseña que: “Engañosa es la gracia, y vana la hermosura” Proverbios 31:30. Para Dios, la verdadera belleza es la interior.
¿Muchos se condenan a si mismos porque no son tan espirituales ó tan hermosos, físicamente, como otras personas. Puede suceder que, incluso, te trates a ti mismo ó trates a los demás como personas sin valor. El Padre Celestial, en su diseño divino, nos creó absolutamente únicos y jamás podremos ser remplazados ó duplicados. Fuimos creados a su imagen y conforme a su semejanza.
Puede haber sobre esta tierra alguien que se parezca a ti, pero ese alguien no podrá ser nunca como tú, porque con todos los defectos que puedas tener, con todas tus fallas, con todas tus cualidades, ¡Eres exclusivo!, Eres una obra maestra diseñada por Dios, para que le des gloria y alabanza, Él es tu Creador.
Dios nos hizo hermosos, pero nosotros centramos nuestra atención en lo externo. Si somos altos ó bajos de estatura, gorditos ó flaquitos, trigueños ó blanquitos, demos gloria a Dios, somos obra de sus manos. ”El Señor no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero el Señor mira el corazón” 1 Samuel 16:7.
ORACIÓN
“Soberano Dios y Padre Celestial: Tu no haces acepción de personas, tu miras el corazón. La belleza interior es la que a ti te agrada, Transforma e ilumina mi interior; pon en mí un espíritu afable y apacible. Que mi traje no sea solamente el externo, sino el interno, el del corazón, porque el corazón alegre hermosea el rostro e ilumina el alma. Belleza sin igual es la que vemos en tu Amado Hijo Jesucristo, Él es el más hermoso de los hijos de los hombres; tu gracia se derramó en sus labios y sólo Él tiene el poder de transformar a los que, habiendo creído, fijan su mirada en Él. Te alabo y te exalto, Soberano Dios y Padre, en el glorioso nombre de mi SEÑOR JESUCRISTO.” Amén y Amén.
-FELIZ FIN DE SEMANA-
ARBEY SERNA ORTIZ