Holly Butcher decidió escribir una carta con valiosos consejos para que la gente no desperdicie su vida en banalidades, y el escrito fue publicado tras su muerte por la familia en su cuenta de Facebook, el cual tuvo gran repercusión. Ese fue su deseo.
Holly era una joven australiana de 27 años que murió el pasado 3 de enero. Ella ya lo sabía. Por eso, decidió escribir una carta; padecía Sarcoma de Ewing, un tipo de cáncer de hueso según publicó el Daily Mail.
El posteo logró en pocas horas más de 10.000 likes, 2300 comentarios y 8000 compartidos hasta que llegó a los medios de comunicación.
“Esta es la vida: frágil, preciosa, impredecible y cada día es un regalo, no un derecho dado”, escribió Holly y agregó: “Los días pasan y esperas que sigan llegando, hasta que ocurre lo inesperado”.
En su carta, Holly recomienda a la gente que no se indigne y que no se deje vencer ante los pequeños desafíos y dificultades que ocurren a diario, que solo alcanza con enfocarse en el lado positivo de la vida, a la que ella define como un regalo.
“Libérate de toda esa m… es tan insignificante cuando miras la vida en su totalidad. Tomen un gran respiro de ese aire fresco profundo en sus pulmones, miren cuán azul es el cielo y cuán verdes son los árboles”, expresa la muchacha.
Y afirma: “Piensen cuán afortunados son de poder hacer justamente eso: respirar”.
Recomienda “trabajar para vivir, no vivir para trabajar” e instó a quienes leyeron su escrito de despedida a que se comprometan a donar sangre en todas las oportunidades que puedan, ya que gracias a las transfusiones logró extender su expectativa de vida.
“No dejen pasar las experiencias porque gastaron todo su dinero en porquerías materiales. Confíen solo en disfrutar y vivir el momento, en lugar de capturar las experiencias a través de la pantalla de los teléfonos”, propone la chica australiana.
"Solo quiero que la gente deje de preocuparse tanto por las tensiones pequeñas e insignificantes de la vida y trate de recordar que todos tenemos el mismo destino después de todo”, añade.
“Dar, dar, dar. Es cierto que ganas más felicidad haciendo cosas por otros que haciéndolas por ti mismo. Desearía haber hecho esto más. Abraza a tu perro. Por lejos, voy a extrañar eso”, dice la emotiva carta.
Se despide valorando el último año, donde conoció a muchas personas valiosas que le dieron cariño y amor cuando más lo necesitaba. “Este fue un año en el que tuve algunos de los mejores momentos de mi vida. Hasta que nos volvamos a ver”, cierra la joven.
Ojalá, muchos de los que hemos leído esta conmovedora carta podamos poner en práctica algunas de estas “recomendaciones”, para poder darle un significado mayor a nuestras vidas, que no pasan en vano.
IVANA FISCHER
Periodista / Técnica en Comunicación Social con especialización en Redacción