REFLEXIÓN UNA VENTANA AL CIELO VIERNES 23 DE FEBRERO DE 2018.
“Cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda, a la que acompañaba mucha gente de la ciudad. Al verla el Señor, tuvo compasión de ella, y le dijo: No llores. Y, acercándose, tocó el féretro. Los que lo llevaban se pararon, y él dijo: Joven, a ti te digo: Levántate.” Lucas 7:12-14.
Esta mujer no iba en busca de Jesús, El vino a ella y tuvo compasión de la penosa situación que afrontaba. En el Cristianismo es Dios quien busca al hombre y no como sucede en las demás religiones que es el hombre quien anda en busca de Dios.
El Señor Jesucristo se compadece de nuestra situación, de nuestras penas. El desea estar presente con nosotros en cada una de nuestras aflicciones. “Yo, yo soy vuestro consolador.” Isaías 51:12a.
Este señorío sobre la muerte no impidió a Jesús experimentar una inmensa y sincera compasión por el dolor de la separación de una madre y su único hijo. De igual manera, al ver llorar a Marta y María, hermanas de Lázaro el que había muerto, Jesús se conmovió profundamente, se turbó y, por último, lloró. Juan 11:35.
El corazón de Cristo es Divino y humano. En Él, Dios y hombre se encontraron perfectamente. Al ver a la viuda que se le había muerto todo lo que tenía en el mundo, Jesús se compadece de ella y le vuelve a entregar a su hijo. “Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y dijo: Joven, a ti te digo, levántate. Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar. Y lo dio a su madre.” Lucas 7:14-15.
Cristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos. Así como entregó alegría a esta viuda, hoy Él puede entregar a muchos padres angustiados su joven hijo que se fue de casa ó que está sumido en el vicio y la perdición. También puede restaurar ese hogar que parece perdido y ablandar los corazones de los esposos a punto de separarse. ¿Qué no podrá hacer Jesús, en la vida de alguien que deposita su confianza en Él? “Al que cree todo le es posible.” Marcos 9:23b.
¿Qué situación acongoja hoy tu corazón? Mira al Altísimo y entrégale tus cargas. Él es el Dios de los imposibles, Él siempre provee una salida a nuestros quebrantos.
ORACIÓN
“Soberano Dios y Padre Celestial: Eres el Dios de los imposibles. Tuyos son los cielos, tuya también la tierra. Tuyo es el brazo potente, exaltada tu diestra. Llenos están los cielos y la tierra de la majestad de tu gloria. Con tremendas cosas nos responderás tú en justicia, oh Dios de nuestra salvación. No quitarás el bien a los que andan en integridad, en el glorioso nombre de nuestro Señor Jesucristo.” Amén y Amén.
-FELIZ FIN DE SEMANA-
ARBEY SERNA ORTIZ