REFLEXIÓN UNA VENTANA AL CIELO VIERNES 10 DE AGOSTO DE 2018.
“Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón.” Hebreos 4:12.
Un refrán popular utilizado frecuente y acertadamente por las abuelas dice: -Caras vemos, corazones no sabemos.- Cotidianamente contemplamos muchos rostros y, en ocasiones, en esos semblantes detectamos alegría ó tristeza. Pero, por más que lo intentemos, no sabemos cómo anda el interior de cada persona que encontramos a nuestro paso. Eso que va por dentro en la mente y el corazón de cada uno de ellos, solo lo conoce Dios. Por eso es que algunos afirman que cada persona es un mundo ó que la procesión va por dentro.
Tenemos un Dios que conoce nuestros pensamientos y nuestros sentimientos. Él escudriña lo profundo de nuestra alma y no hay nada que le podamos esconder. Podemos aparentar estar bien espiritualmente por fuera, pero por dentro estar con el corazón alejado de Dios.
A nuestro Padre Celestial le interesa demasiado nuestra condición interior. Con su palabra contenida en la Biblia, Él quiere realizar en cada uno de nosotros una cirugía divina que limpie nuestro interior de males como los celos, la codicia, la deshonestidad, el odio, el orgullo, el egoísmo y cuantas cosas oscuras tengamos almacenadas en las profundidades de nuestro corazón.
Si permitimos que Dios controle nuestra mente y nuestro corazón, de seguro seremos auténticos en cada una de nuestras acciones. Deja, pues, que la palabra de Dios te cambie de adentro hacia afuera y que ella cumpla su propósito en ti: “Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón.” Hebreos 4:12.
ORACIÓN
“Soberano Dios y Padre Celestial: “Tú me has examinado y me conoces; tú conoces todas mis acciones; aun de lejos te das cuenta de lo que pienso. Sabes todas mis andanzas, sabes todo lo que hago. Aún no tengo la palabra en la lengua y tú, Altísimo, ya la conoces. Gracias porque alineas mis pensamientos con los tuyos y con el poder del Espíritu Santo fijas mi mente en ti y en tu palabra. Eres la fuente de todo lo que es verdadero, honesto, justo, puro amable y de buen nombre. Gracias porque tu bisturí divino penetra lo más profundo de mi alma y renuevas mi espíritu para tu gloria, en el poderoso nombre de nuestro SEÑOR JESUCRISTO.” Amén y Amén.
-FELIZ FIN DE SEMANA-
ARBEY SERNA ORTIZ