Uno de los misterios de la vida cristiana es por qué Dios no destruyó a Satanás inmediatamente después de su pecaminosa rebelión. Sabemos que un día Dios derrotará a Satanás, lanzándolo en el Lago de Fuego donde será atormentado día y noche para siempre (Apocalipsis 20:10), pero a veces nos preguntamos por qué Dios no ha destruido a Satanás ya. Quizás nunca entenderemos el razonamiento exacto de Dios, pero sabemos ciertas cosas de Su naturaleza.
En primer lugar, sabemos que Dios es absolutamente soberano sobre toda la creación, y esto incluye a Satanás. Ciertamente, Satanás y sus demonios causan estragos en el mundo, pero sólo se les permite una cierta libertad. También sabemos que Dios ha planeado todo desde el principio del tiempo hasta el final. Nada puede frustrar sus planes, y todas las cosas proceden exactamente a tiempo. "Jehová de los ejércitos juró diciendo: Ciertamente se hará de la manera que lo he pensado, y será confirmado como lo he determinado." (Isaías 14:24).
En segundo lugar, "sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados." (Romanos 8:28). Lo que Dios ha planeado para Satanás será el mejor plan posible. La perfecta ira y justicia de Dios serán satisfechas, y su perfecta justicia será glorificada. Aquellos que Le aman a Dios y que esperan el cumplimiento de su plan, se emocionarán a ser parte de ese plan, y le alabarán y le glorificarán al verlo revelado.
En tercer lugar, sabemos que cuestionar el plan de Dios y el tiempo del desarrollo de Su plan, es cuestionar a Dios Mismo, Su juicio, Su carácter y Su propia naturaleza. No conviene cuestionar Su derecho a hacer exactamente lo que Le plazca. El salmista nos dice: "En cuanto a Dios, perfecto es su camino." (Salmo 18:30). Cualquier plan que proviene de la mente del Todopoderoso es el mejor plan posible. Es cierto que no podemos esperar entender esa mente perfectamente, como Dios Mismo nos recuerda, “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos."(Isaías 55: 8-9). Sin embargo, nuestra responsabilidad a Dios es obedecerlo, confiar en Él, y someternos a Su voluntad, si entendemos o no. En el caso de Su tiempo para castigar a Satanás, tiene que ser el mejor plan posible porque es el plan de Dios.
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