REFLEXIÓN UNA VENTANA AL CIELO VIERNES 18 DE ENERO DE 2019.
“Sed firmes y valientes, no temáis ni os aterroricéis ante ellos, porque el SEÑOR tu Dios es el que va contigo; no te dejará ni te desamparará.” Deuteronomio 31:6.
Quien no se pregunta, ahí en su interior, al iniciar este año 2019: ¿Qué traerá consigo este nuevo año? De seguro que traerá consigo muchas bendiciones, pero al mismo tiempo también traerá consigo, situaciones que necesitaran de nuestro esfuerzo para poder superarlas y de nuestra fe para poder creer y confiadamente recibir respuestas de Dios para nuestra vida.
Queremos todos, como no, que este año 2019, fuera solo de bendiciones, pero no podemos olvidar que cada día trae consigo desafíos y retos que nos ayudaran a ser mejores y acercarnos un poco más a Altísimo, para depositar toda nuestra confianza en Él. Cada dificultad que a nuestro paso encontremos, nos ayudaran a crecer. De igual manera, estos sucesos que tendremos que pasar al final nos enseñarán para ayudar y dar palabras de aliento y sabios consejos, a otros que, cómo nosotros, pasaran también por situaciones iguales o parecidas.
La clave y no es ningún secreto, que la mejor forma de comenzar este año, es poniendo en las manos de nuestro Padre Celestial, todo lo que vayamos a hacer. Él es Poderoso, Soberano y Eterno y por su infinita misericordia, en cada situación que tendremos que enfrentar, busca siempre bendecirnos, protegernos, enseñarnos, dirigirnos, capacitarnos e instruirnos en nuestra vida.
ORACIÓN
“Soberano Dios y Padre Celestial:”, Deposito todos mis planes y anhelos en tus preciosas manos y dejo que tus bendiciones y tu paz me persigan y me alcancen. Tu bondad sea extendida, en gran manera, a mi familia, mis hijos, mi descendencia y a todos aquellos que me rodean. Tu infinita misericordia me levanta cada mañana, para contemplar tu gloria en cada instante y en cada actividad que tú me permites desarrollar. Independientemente de mis circunstancias, no temeré al futuro, sin interesar cuán difícil sea mi situación en enfermedad, pérdidas, tristezas, desesperanza, frustración, soledad e incertidumbre, porque tú vas siempre conmigo a donde quiera que vaya, nunca me dejas ni me desamparas, en el glorioso y poderoso nombre de tu Amado Hijo JESUCRISTO mi SEÑOR y mi SALVADOR. ”.Amén y Amén.
-FELIZ FIN DE SEMANA-
ARBEY SERNA ORTIZ