REFLEXIÓN UNA VENTANA AL CIELO VIERNES 22 DE FEBRERO DE 2019
“Qué mal les va a ir a los que se esconden del Señor para ocultar sus planes; a los que hacen sus cosas en la oscuridad y dicen: ¿Quién nos ve? ¿Quién nos conoce?” Isaías 29:15.
¿Quién no ha hecho algo en secreto, pensando que nadie lo ve? De pronto, a nuestro parecer, nadie, realmente, se dio cuenta de lo que en secreto hicimos, quizá nadie lo supo ni lo sabrá, pero DIOS, por inocente que haya sido aquello que en lo secreto hicimos, si nos observó. “Dios conoce todo lo que hace la gente, lo bueno y lo malo, hasta lo más secreto; y él será quien juzgue.” Eclesiastés 12:14.
¿Pero está seguro que nadie lo ve? ¿Está seguro de que lo que dice nadie lo escucha? Nada escapa a la mirada de DIOS, Él está ahí, Él es omnipresente y nada escapa a su mirada. Dice la Escritura: “Qué mal les va a ir a los que se esconden del Señor para ocultar sus planes; a los que hacen sus cosas en la oscuridad y dicen: ¿Quién nos ve? ¿Quién nos conoce?” Isaías 29:15.
Si fuésemos conscientes de la presencia permanente de Dios en nuestras vidas, nuestro hablar y nuestro actuar sería totalmente diferente, sabiendo que nada podemos esconder del Altísimo. En la soledad de nuestra habitación, donde nadie nos ve y quizá nadie nos escucha, siempre tendremos esa oportunidad de actuar y de pensar, conforme a lo que al Padre Celestial le agrada.
Como dicen las abuelas: -Cuan confiable y agradable es todo aquel que es de un solo parecer. Es el mismo estando solo ó acompañado; es el mismo en la adversidad e invariable en la alegría.
ORACIÓN
“Soberano Dios y Padre Celestial” Tú conoces cada uno de mis pensamientos. Sabes para donde voy y en donde me acuesto. Tú sabes todo lo que hago. SEÑOR Tú sabes lo que voy a decir aun antes de que las palabras salgan de mi boca. Siempre estás a mí alrededor, adelante y detrás de mí, siento tu mano sobre mí. Lo que Tú sabes de mí es demasiado profundo; va más allá de lo que puedo entender. Nada de lo que hago ó digo escapa a tu mirada. Tú escuchas mi voz, tu presencia es tan real como el aire que respiro. “Tu Espíritu me acompaña a todas partes; no puedo escapar de tu presencia. Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno”, en el glorioso y poderoso nombre de nuestro SEÑOR JESUCRISTO.” Amén y Amén.
-FELIZ FIN DE SEMANA-
ARBEY SERNA ORTIZ