REFLEXIÓN UNA VENTANA AL CIELO VIERNES 2 DE AGOSTO DE 2019.
“Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.” Mateo 5:4.
JESÚS No dijo: Bienaventurados los que tienen popularidad, influencia, personalidad, prosperidad y poder. Es probable que usted conozca muchas personas con las características que acabo de describir y, sin embargo, son exquisitamente miserables. Cuando JESÚS dijo:“Bienaventurados los que lloran” Mateo 5:4a. Él no está hablando de los quejosos que se lamentan de todos y de todo, Él habla de aquellos que tienen razones muy válidas para lamentarse.
El SEÑOR JESÚS tampoco está hablando de los que se sienten miserables y melancólicos, que son un depósito de tristezas y que tienen, como dicen las abuelas: -Lágrimas de cocodrilo-. Él Se refiere a todos aquellos que, con lágrimas sinceras y profundo dolor en su corazón, se acercan al Altísimo, en el nombre de Jesucristo, sin nada bueno en sus manos para ofrecer al Padre, simplemente reconociendo su bancarrota espiritual, impotentes, ante la presencia de un DIOS infinitamente Santo. “Ellos recibirán consolación.” Mateo 5:4b.
El mundo todo lo entiende al revés y hace su énfasis en la condición del hombre. DIOS, en cambio, pone su énfasis en el carácter del hombre, es decir, en lo que usted es y no en lo que usted tiene. Dice la Escritura: “Cercano está El SEÑOR a los quebrantados de corazón y salva a los contritos de espíritu” Salmo 34: 18. De esto es lo que está hablando el SEÑOR en esta Bienaventuranza. Cercano está el SEÑOR a todo aquel que arrepentido y quebrantado, le busca de todo corazón.
¿Siente usted un legítimo quebrantamiento frente a la realidad de sus pecados? ¿Ha llorado alguna vez al darse cuenta de que su pecado es una ofensa frente a un Dios que es Santo y Justo?
ORACION
“Soberano Dios y Padre Celestial” Tú conoces la intimidad de mi corazón. Mi pasado no te es oculto. Perdóname todas mis ofensas de pensamiento, palabra y obra delante de ti. Necesito tu perdón y tu misericordia. SEÑOR JESÚS, arrepentido vengo a pedirte que, por el sacrificio que hiciste en la cruz, entregando tu propia vida para pagar la deuda por mis pecados, me perdones, me limpies y me salves, Te acepto como mi SEÑOR y mi único y suficiente SALVADOR. Toma el control de mis pensamientos y de mis sentimientos y guía, con tu Santo Espíritu, mis pasos dando gloria, honra, alabanza y adoración a mi Padre Celestial, en tu Santo nombre.” Amén y Amén.
- FELIZ FIN DE SEMANA
ARBEY SERNA ORTIZ