REFLEXIÓN UNA VENTANA AL CIELO VIERNES 11 DE OCTUBRE DE 2019
“Y Josafat tuvo miedo y se dispuso a buscar al SEÑOR, y proclamó ayuno en todo Judá.” 2 Crónicas 20:3.
Josafat, el rey de Judá, enfrentó un reto enorme. Tres tribus diferentes: —Moabitas, Amonitas y Meunitas— le hicieron la guerra. En forma simultánea venían contra Judá. Como dicen las abuelas: -Venían dispuesto a acabar, hasta con el nido del perro”-, porque así de violentos y sangrientos eran esos ataques. La mayoría de los líderes se habrían derrumbado bajo semejante presión o, al menos, habrían tomado medidas drásticas. Pero Josafat era un líder sabio y aunque tenía temor, no se lanzó precipitadamente contra sus enemigos, ni tampoco corrió a rendirse a ellos. En vez de eso, “Decidió consultar al SEÑOR” “Y Josafat tuvo miedo y se dispuso a buscar al SEÑOR, y proclamó ayuno en todo Judá.” 2 Crónicas 20:3.
Para nosotros cada día trae sus propios afanes e inconvenientes y, es innegable, que todos enfrentamos retos en la vida, ya sea de carácter económico, laboral, conyugal ó de salud. Podemos estar seguros de que nadie está exento de ellos. Pero, por fortuna, tenemos a un Dios Todopoderoso que está interesado en nuestros problemas y que es capaz de encargarse de todos ellos. Por lo tanto, es nuestra oración sincera y sencilla, el primer paso cada día, máxime cuando los problemas nos amenazan.
Josafat sabía que Dios es mas poderoso que cualquier problema terrenal que enfrentemos. Que como Dios había hecho cosas milagrosas a favor de hombres como Abraham, Isaac, Jacob, Moisés, David, etc., ese mismo Dios también lo ayudaría a él y a su pueblo en el momento de necesidad. Hoy nosotros tambien sabemos del profundo interés del SEÑOR por cada uno de nuestros asuntos, porque Él no cambia, como dice la Escritura: “Él es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.” Hebreos 13:8.
Es fácil pensar que nuestros problemas no son importantes a los ojos de Dios y nos dejamos engañar, pero Dios no lo ve así. Lo que nos concierne a nosotros le concierne al Altísimo. Si nosotros, al igual que Josafat, acudimos al SEÑOR y proclamamos su poder, Él intervendrá. No importa cuán grandes sean nuestros problemas, Dios es más grande que todas nuestras dificultades.
ORACIÓN
“Soberano Dios y Padre Celestial: Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón, porque en ti he confiado. El día en que temo, yo en ti confío, porque eres, Dios mío, más grande y poderoso que todos mis problemas.Tu gloria llena la tierra y tu misericordia es por siempre y para siempre, eterno y soberano Rey. Exaltado eres, arriba en el cielo y aquí en la tierrra. Amado Dios, sé luz en mi mente, paz en mi corazón, sabiduría en mis decisiones y amor en mis relaciones. Eres mi protección y mi escudo en donde quiere que me encuentro, peleas por mí, todas las batallas, tu providencia cuida de mí, en el nombre precioso y poderoso de mi SEÑOR JESUCRISTO.” Amén y Amén
-Feliz fin de Semana-
ARBEY SERNA ORTIZ