Cada vez que alguien afirma una verdad sobre un tema que se trata en la Biblia, está declarando una proposición teológica. Supongo que la mayoría de los lectores de este artículo buscan ser buenos teólogos. ¿Cómo podemos estudiar teología de la manera más fiel y fructífera?
Aquí hay dieciocho especificaciones sobre cómo deberíamos estudiar teología.
1) Escrituralmente. Es decir, que derivemos nuestros puntos de vista de Dios y la verdad de la Biblia. Las Escrituras son la puerta de entrada al verdadero conocimiento de la realidad. Todo debe ser probado por la Palabra de Dios y la interpretación adecuada de la misma. La Biblia sola tiene autoridad para la vida y la doctrina.
2) Contextualmente. Cómo recibimos la verdad y cómo interpretamos los textos bíblicos no se pueden separar. Para entender cualquier pasaje, uno debe comprender lo que Dios estaba diciendo a través del autor específico al destinatario específico. En otras palabras, el significado de un pasaje está determinado por su contexto: literario e histórico.
Entender un texto es entender cómo las palabras y frases se relacionan entre sí.
3) Gramáticamente. Algunos podrán no estar convencidos sobre este punto. Sin embargo, espero que la declaración de Andy Naselli sobre la gramática pueda cambiar tu opinión. Él escribe: “La gramática importa porque Dios eligió revelarse a nosotros con gramática. Entonces, prestar atención a la gramática es una forma de prestar atención a Dios. Cuanto más exactamente entiendas la gramática, más exactamente podrás entender a Dios”. La gramática salvaguarda el evangelio. Entender un texto es entender cómo las palabras y frases se relacionan entre sí.
4) Bíblicamente. Más concretamente, quiero decir que deberíamos estudiar teología bíblica para ser mejores teólogos en general. Ser conscientes de los principales puntos de inflexión de la historia bíblica nos ayudará a orientarnos a ver las partes de las Escrituras a la luz de todo. La teología bíblica se puede estudiar de diferentes maneras: un solo libro, o uno de los testamentos. La disciplina de la teología bíblica es útil porque analiza y sintetiza toda la Biblia en sus propios términos. Se trata de cómo el Nuevo Testamento usa el Antiguo Testamento y cómo los temas bíblicos progresan canónicamente.
5) Sistemáticamente. La teología sistemática busca discernir cómo un tema dentro de un pasaje teológico es coherente con toda la Biblia. El beneficio de estudiar teología sistemáticamente es que puede abordar problemas contemporáneos, hacer inferencias lógicas, e identificar tensiones doctrinales porque puede proporcionar una cuadrícula teológica precisa. Para los nuevos estudiantes de la Biblia, la teología sistemática puede empacar eficientemente lo que toda la Biblia enseña.
6) Históricamente. Deberíamos consultar a los fieles santos de la antigüedad para ver cómo explicaron pasajes y comunicaron verdades. La teología histórica nos da barandillas para la ortodoxia. Antes de pasar de la exégesis a la teología sistemática, debemos hacer una pausa y considerar cómo los exégetas y teólogos han entendido la Biblia y la teología.
7) Prácticamente. Existe una interconexión entre la teología y la ética. Las vidas que se supone que debemos vivir y las actitudes que se supone que tenemos están en gran medida dictadas por la verdad que conocemos y creemos. ¿Cómo te ayuda tu teología a convertirte en un mejor padre o trabajador de una fábrica? La teología es práctica y debe estudiarse como tal.
8) Humildemente. Que los cristianos lleguen y permanezcan en la verdad es el resultado de la gracia de Dios en nuestras vidas. Recordemos las palabras de Pedro: “Y todos, revístanse de humildad en su trato mutuo, porque Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes” (1 Pe. 5:5). Estudiar humildemente no significa que no hablemos con seguridad sobre algún tema bíblico. Esa es una falsa humildad. Estudiar humildemente significa estar dispuesto a aceptar lo que sea que veas como verdadero en las Escrituras, a someterte completamente a las instrucciones de Dios. No sabremos todo lo que hay que saber sobre una sola doctrina, pero podemos conocer esa doctrina verdaderamente.
9) Caritativamente. Hay cristianos que aman a Cristo, se someten a la Palabra de Dios, creen en el evangelio, aprecian a la iglesia local, e interpretan algunos pasajes y doctrinas de manera diferente. Esto debería afectar nuestro nivel de crítica. Hay una distinción entre doctrinas mayores y menores.
Dios no se glorifica adecuadamente donde no se le conoce correctamente.
10) Seriamente. Hay consecuencias condenatorias por tener opiniones erróneas o afectos equivocados por Dios y Su Palabra. La precisión no viene de aquellos que son frívolos en su estudio de Dios. Louis Berkof escribió una vez: “Quienes minimizan la importancia de la verdad y, por lo tanto, la ignoran y la descuidan, finalmente descubrirán que les queda muy poco cristianismo”. ¿Por qué? Porque el cristianismo se fundamenta en la verdad. Una seriedad debe acompañar a cada persona, clase, iglesia, o seminario que busque definir y defender una teología sólida. Debemos tener una determinación decidida a ser teólogos que honren a Dios. Dios no se glorifica adecuadamente donde no se le conoce correctamente.
11) En oración. Oramos antes y durante el tiempo de estudio porque solo Dios puede darnos ojos para verlo, mentes para conocerlo, corazones para amarlo, y voluntad para obedecerlo. ¿Te has alejado de la dependencia de Dios al estudiar su Palabra? Si es así, busca hoy ser un teólogo que ora.
12) En adoración. Estudiar la Biblia es estudiar las realidades más preciosas del universo. Ver y saborear al Dios de la Biblia es el objetivo principal de estudiar la verdad bíblica. Aquí hay una sugerencia de un libro que completaría tu estudio de teología: un himnario.
13) Redentivamente. Parte de estudiar teología es observar cómo Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios el Espíritu Santo planearon, lograron, y aplicaron la salvación al pueblo de Dios. Debes estar atento a Cristo y a los temas de la redención en tu estudio.
14) En obediencia. Queremos ser cristianos que escuchen y obedezcan la verdad que vemos en la Biblia. “Bienaventurados… ¡son los que escuchan la palabra de Dios y la guardan!” (Lc. 11:28). Debería haber una correlación entre nuestra ingesta de teología y nuestro crecimiento en santidad.
15) Continuamente. ¡Dios es infinito! Sus excelencias son más que la arena en la orilla del mar y las estrellas en el cielo. Siempre nos maravillaremos de la gloria de Dios, y esas glorias se pueden ver y deleitar ahora. Todo verdadero cristiano debe entregarse a conocer a Dios de la manera más completa posible. Esto significa un estudio persistente y una devoción sincera.
16) Corporativamente. La mala teología lastima a las personas. Las decisiones destructivas se toman todos los días como resultado de una verdad bíblica que se ignora o de la verdad bíblica que no se conoce. Las personas necesitan la verdad, incluidas las personas de tu iglesia. ¿A quién en tu congregación local puedes instruir en la sana doctrina?
17) Evangelísticamente. Estudiamos teología no solo para nuestro propio gozo en el Señor, sino también para que las naciones se alegren en Dios (Sal. 67). Fuera de tu iglesia, ¿hay alguien con quien puedas compartir una visión teológica hoy?
18) Con ánimo. Anímate porque “lo que seremos no se ha manifestado” (1 Jn. 3:2). Llegará el día en que “lo veremos tal como es”. En gloria, nuestra comprensión incompleta de la teología dará paso a una vista perfecta y al disfrute de Dios.
Mientras estudias teología, espero que estas especificaciones te conviertan en un estudiante de teología más competente y completo.