Page principale  |  Contacte  

Adresse mail:

Mot de Passe:

Enrégistrer maintenant!

Mot de passe oublié?

Fraternalmente unidos
Joyeux Anniversaire Fruhling!
 
Nouveautés
  Rejoindre maintenant
  Rubrique de messages 
  Galérie des images 
 Archives et documents 
 Recherches et tests 
  Liste de participants
 General 
 Normas de convivencia en el grupo-- 
 Lee la Biblia aquí! 
 Biblia en Power Point 
 Conoce tu Biblia 
 La Biblia en ocho versiones 
 Recursos Teológicos 
 Estudios biblicos 
 Reflexiones- Hernán 
 Selección de pasajes Bíblicos- por Hernán 
 Biografías de hombres de la Reforma protestante- Por Hernán 
 Arqueología Bíblica (por Ethel) 
 Reflexiones 
 Jaime Batista -Reflexiones 
 Tiempo devocional-Hector Spaccarotella 
 Mensajes de ánimo--Por Migdalia 
 Devocionales 
 Escritos de Patry 
 Escritos de Araceli 
 Mujer y familia- 
 Poemas y poesias 
 Música cristiana para disfrutar 
 Creaciones de Sra Sara 
 Fondos Araceli 
 Firmas hechas-Busca la tuya 
 Pide Firmas 
 Regala Gifs 
 Libros cristianos (por Ethel) 
 Panel de PPT 
 Amigos unidos-Macbelu 
 Entregas de Caroly 
 Regala Fondos 
 Texturas p/ Fondos 
 Separadores y barritas 
 Retira tu firma 
 Tutos 
 Tareas HTML 
 COMUNIDADES AMIGAS 
 
 
  Outils
 
General: ACERCÁNDONOS A DIOS EN ORACIÓN
Choisir un autre rubrique de messages
Thème précédent  Thème suivant
Réponse  Message 1 de 1 de ce thème 
De: hectorspaccarotella  (message original) Envoyé: 05/12/2019 13:01

“Sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6).

A menudo oímos enseñanzas sobre cómo debemos acercarnos a Dios en fe, pero hay cosas que uno no debe hacer cuando viene a él en oración. Por ejemplo, no vengas a Dios esperando que haga algo bueno a menos que vengas con la fe en sus promesas, que un niño tiene. La Palabra de Dios es clara: “Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra” (Santiago 1:6).

¡Amado, es imposible para ti agradar a Dios sin fe! Abraham fue un hombre que desarrolló una fe que no se tambaleaba ante lo que Dios le prometió: “Y no se debilitó en la fe… Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido” (Romanos 4:19-21).

No vengas a Dios con ningún “si es que”. Cualquier promesa de Dios es una revelación de su voluntad. Tomemos, por ejemplo, la promesa de Dios de “guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría” (Judas 24). No le preguntarías a Dios si es su voluntad evitar que caigas cuando él ya ha prometido hacerlo. De hecho, Dios nos da preciosas y grandísimas promesas para que aprendamos a confiar en él con confianza: “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para… hallar gracia para el oportuno socorro” (Hebreos 4:16)

No vengas a Dios hasta que estés listo para creer exactamente lo que pides. “todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá” (Marcos 11:24). Si le pides pan a Dios, él no lo sustituirá por una piedra. Si le pides un pescado, él no te sorprenderá con una serpiente (ver Mateo 7:9-10).

Cree en Dios por tu condición física, tu situación financiera, tu familia, tu crecimiento espiritual. Aprópiate de sus promesas: ¡son todas tuyas! ¡Amén!

DAVID WILKERSON



Premier  Précédent  Sans réponse  Suivant   Dernier  

 
©2025 - Gabitos - Tous droits réservés