En el capítulo cuatro de la carta dirigida a los Filipenses encontramos algunos consejos sobre la manera de desarrollar el buen trato hacia nuestros semejantes. En esos momentos en los que por alguna causa nos sentimos ofendidos podemos reflexionar sobre el siguiente versículo, en él podemos leer un consejo muy interesante que puede ayudarnos a decidir cómo actuar en algunos casos en los cuales hemos sido o nos sentimos ofendidos al recibir alguna crítica u ofensa.
Dice Filipenses 4:8
“En todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si algo es digno de alabanza en esto pensad”.
Al escuchar algún comentario adverso o malicioso, un insulto o palabras agresivas o injustas, solemos reaccionar impetuosamente, enojados ante lo que consideramos injusto. Se nos hace muy difícil contenernos y pasar por alto las ofensas. Nuestra reacción nos parece justa, porque nos sentimos heridos.
Estas palabras que leímos en el versículo, pueden llevarnos a analizar mejor todas las situaciones, considerando si hay algo positivo que podamos rescatar de las circunstancias vividas, antes de responder o actuar impulsivamente hiriendo a quienes tratan de ayudarnos. Recordar las palabras de este versículo nos puede resultar de mucha ayuda. Volvamos a leerlas y consideremos ponerlas en práctica en el momento oportuno:
“En todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si algo es digno de alabanza en esto pensad”.
Es sabio encontrar lo positivo detrás de las vivencias conflictivas, para así obtener de ellas sabiduría y paciencia para futuras circunstancias de esta índole, volvamos a leer la segunda parte de este versículo:
“si hay virtud alguna, si algo es digno de alabanza en esto pensad”.
Ante todo, tomemos unos segundos de análisis sobre lo que nos fue dicho, antes de tener una reacción apresurada de la cual luego nos arrepentiremos. Puede resultar beneficioso y útil meditar acerca de si estas palabras fueron dichas o no con el propósito de herirnos o si quizá fueron dichas con la sana intención de colaborar con nosotros.
Deberíamos estar atentos para escuchar las opiniones honestas de personas sinceras, que buscan nuestro bien o las de aquellas que tienen la posibilidad de ver las cosas desde una perspectiva diferente.
El beneficio escondido tras una opinión contraria, no será aprovechado si nos enojamos y no la evaluamos. El enojo nos impedirá ver más allá. En ocasiones las críticas y las dificultades nos enseñan a recapacitar y a evitar problemas posteriores.
Es conveniente tomar tiempo para meditar y si es preciso tener la entereza de retroceder en la idea de discutir o enojarnos, siempre
sería mucho mejor poder llegar a tener un acuerdo en paz. Es importante procurar ver el lado positivo de cada circunstancia.
Lee y relee en voz alta la segunda parte de este mismo versículo para recordarlo en el tiempo preciso. Analizando lo escuchado hay ver si hay virtud alguna y reconocer si la opinión e incluso la intención han sido buenas.
Filipenses 4:7
“Si hay virtud alguna, si algo es digno de alabanza en esto pensad”.
Solamente meditando en ello podremos distinguir si hay virtud alguna en esa opinión y responder con tranquilidad. También podremos recibir buenas indicaciones que pueden mejorar aquello que vamos a emprender.
El beneficio que pueden darnos aquellas críticas constructivas puede resultar interesante y productivo. No debemos cerrarnos en nuestra propia opinión, si algo es digno de alabanza en esto pensad. Dios te bendiga.
Reflexión publicada en El Libro-PAZ EN TIEMPOS DE CRISIS- Araceli