Luego, cuando volvieron a reunirse en Galilea, Jesús les dijo: «El Hijo del Hombre será traicionado y entregado en manos de sus enemigos. Lo matarán, pero al tercer día se levantará de los muertos». Y los discípulos se llenaron de profundo dolor.
Mateo 17:22-23 (NTV)
Jesús les dijo a sus discípulos con anticipación que Él iba a morir y resucitar al tercer día. Sin embargo, ellos no entendieron lo que quiso decir, porque cuando sucedió lo que Jesús había predicho, los discípulos estaban lamentándose y llorando.
Incluso cuando María Magdalena, a quién Jesús se apareció primeramente después de resucitar, les dijo a los discípulos que el Señor vivía y había estado con Él, no le creyeron. Después Jesús se apareció a otros dos discípulos, quienes también fueron y lo hicieron saber a los demás, y ni aun así ellos creyeron.
Finalmente se apareció a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa, y les reprochó su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado.
Marcos 16:14 (RVR1960)
Esta es una de las primeras reacciones que muchos tienen sobre la resurrección de Jesús, dudan de que sea verdad. Al igual que el apóstol Tomás quieren una evidencia física, “No lo creeré a menos que vea las heridas de los clavos en sus manos, meta mis dedos en ellas y ponga mi mano dentro de la herida de su costado.” Juan 20:25 (NTV)
Actualmente eso no sucederá porque Jesús ya resucitó, ascendió al cielo y tiene un cuerpo glorificado y Él mismo dijo que era conveniente que se fuera, que su presencia estaría con nosotros, que irá a prepararnos un lugar y que cuando esté listo volverá a buscarnos.
Al igual que dijo a los discípulos que moriría y resucitaría, nos dice a nosotros que Él está vivo y que pronto volverá.
Si aún dudas de la resurrección de Jesús y del acto de amor más grande y puro que alguien podría hacer por ti, lee la palabra de Dios y creer en las escrituras.
Entonces le dijo a Tomás: Pon tu dedo aquí y mira mis manos; mete tu mano en la herida de mi costado. Ya no seas incrédulo. ¡Cree! - ¡Mi Señor y mi Dios! - exclamó Tomás. Entonces Jesús le dijo: Tú crees porque me has visto, benditos los que creen sin verme. Juan 20:27-29 (NTV)
Eres bienaventurado(a) si crees y confías en Jesús plenamente. Agradécele este día por todo lo que hizo por ti y glorifícale, porque Él vive por los siglos de los siglos.
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