En la vida, lo que nos motiva es tener propósito, hacer algo con significado real, tener metas que queremos lograr. Una visión correcta de nuestras metas nos sacará adelante cuando nos enfrentemos a lo que sea que nos traiga la vida.
Si no tenemos una visión a la cual aferrarnos, una vía para ser la persona que Dios quiere que seamos, nos sentiremos sin dirección y movidos para todos lados por las situaciones que se nos presenten.
Es importante tener una perspectiva real de quiénes somos, de quién es nuestro Dios y de cómo nos debemos comportar, por ende. Nuestra vida debe consistir en encontrar el propósito para llevar a cabo la misión que Dios tiene para nosotros. Usar nuestros talentos para Su honor y gloria, con nuestra vista fija en nuestro destino final a Su lado.
Pidamos a diario metas a Dios o hagamos metas para Su reino cada día. Si nos enfocamos en eso, y no tenemos claro nuestro propósito, Él nos lo hará saber y podremos entonces lograr metas que tengan real significado y nos llenen totalmente.
Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres
Colosenses 3:23 RVR60
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