TIEMPO DE ORACION
Unos
años atrás, un anuncio de televisión enfocaba el rostro sonriente
de una preciosa
joven.
Aparecía mirando hacia
abajo y evidentemente ocupada con cierta tarea,
aunque no se veía
lo que hacía. Mientras
desempeñaba su labor, ella oraba. El anuncio hacia
énfasis en ocupar
tiempo para orar,
aunque tuvieran que desarrollarse otros deberes
durante el día.
Cuando el movimiento de la cámara mostró un panorama más amplio, se vio
claramente que la
joven cambiaba el pañal a su bebé.
¡Qué hermosa ilustración acerca de lo fácil que es para
nosotros hablar con
Dios! Tal vez
le sea difícil
apartar un tiempo, aun breve, cada mañana, pero en el transcurso
de las veinticuatro
horas
del día, podemos con
creatividad encontrar unos instantes y dedicarlos a Dios.
Murmuramos y rechinamos,
Nos enfurecemos y estallamos,
Hablamos entre dientes y rezongamos,
Nuestros sentimientos resultan dañados.
No podemos entender
Nuestra visión se nubla más y más,
Y todo lo que necesitamos es:
Tener un momento con Él.
La mayoría de nosotros estamos tan ocupados durante el día que se nos hace
muy difícil apartar una
porción de tiempo
para orar, y no precisamente para una breve plegaria de
gratitud, sino
unos
momentos de
genuina comunicación con el Señor.
Dios anhela que tengamos este tiempo juntos, y nosotros lo necesitamos.
Hay ocasiones para
estar a solas con él ,
pero es necesario que con gran
empeño lo busquemos.
D-A