¿Cómo reaccionas ante una ofensa? Quizás todos sabemos lo que dice la Biblia acerca de esto, pero llegado el momento, ¿qué haces?

Cuentan que día un grupo de vándalos estaba estropeando los muros  de un templo en Brasil. Con cal pintaban los cuadros y escribían insultos en ellos.

Algunos de los miembros  de la iglesia miraban de cerca todo lo que estaba sucediendo y cuando los vándalos terminaron, se acercaron y les dijeron cortésmente: “Hay un grifo detrás del templo. ¿Desean lavarse las manos allí?”

¿Qué hubieras hecho tú?

Probablemente muchos de nosotros hubiéramos llamado a la policía o hubiéramos esperado a que se vayan para arreglar el desastre causado. No sé cuántos de nosotros hubiéramos esperado tranquilamente  para después ofrecerles un lugar para asearse.

Si bien es poco probable que nos toque vivir la misma experiencia, probablemente todos en algún momento somos ofendidos por otras personas. ¿Cómo reaccionas ante una ofensa?

Muchos cristianos son agredidos o sufren burlas cuando testifican valientemente de su fe en Cristo; sin embargo, muchas veces la mejor forma de hablar del amor de Dios es con nuestras vidas y con la manera en que reaccionamos ante los ataques de los demás.

¿Cómo reaccionas ante una ofensa?

La mejor manera de demostrar que somos diferentes, el mejor medio para dar a conocer el amor de Dios a otros es a través de nuestras acciones.

En Mateo 5:43- 46 Jesús nos deja una enseñanza acerca de esto:  “Han oído la ley que dice: “Ama a tu prójimo” y odia a tu enemigo. Pero yo digo: ¡ama a tus enemigos! ¡Ora por los que te persiguen! De esa manera, estarás actuando como verdadero hijo de tu Padre que está en el cielo. Pues él da la luz de su sol tanto a los malos como a los buenos y envía la lluvia sobre los justos y los injustos por igual. Si solo amas a quienes te aman, ¿qué recompensa hay por eso?...” (NTV)

Cuando actuamos de acuerdo a las enseñanzas de Jesús, demostramos que somos sus verdaderos seguidores. Puede que no sea fácil amar a quienes nos odian pero  al no devolverles el mal y, por el contrario, orar por ellos, hacemos la voluntad del Señor. Y tú, ¿Cómo reaccionas ante una ofensa?.