Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Fraternalmente unidos
¡ Feliz Cumpleaños liriola !
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 General 
 Normas de convivencia en el grupo-- 
 Lee la Biblia aquí! 
 Biblia en Power Point 
 Conoce tu Biblia 
 La Biblia en ocho versiones 
 Recursos Teológicos 
 Estudios biblicos 
 Reflexiones- Hernán 
 Selección de pasajes Bíblicos- por Hernán 
 Biografías de hombres de la Reforma protestante- Por Hernán 
 Arqueología Bíblica (por Ethel) 
 Reflexiones 
 Jaime Batista -Reflexiones 
 Tiempo devocional-Hector Spaccarotella 
 Mensajes de ánimo--Por Migdalia 
 Devocionales 
 Escritos de Patry 
 Escritos de Araceli 
 Mujer y familia- 
 Poemas y poesias 
 Música cristiana para disfrutar 
 Creaciones de Sra Sara 
 Fondos Araceli 
 Firmas hechas-Busca la tuya 
 Pide Firmas 
 Regala Gifs 
 Libros cristianos (por Ethel) 
 Panel de PPT 
 Amigos unidos-Macbelu 
 Entregas de Caroly 
 Regala Fondos 
 Texturas p/ Fondos 
 Separadores y barritas 
 Retira tu firma 
 Tutos 
 Tareas HTML 
 COMUNIDADES AMIGAS 
 
 
  Herramientas
 
General: "¿Cómo debería un cristiano responder a la oración no contestada?"
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: Atlacath  (Mensaje original) Enviado: 10/10/2020 18:37
 

Pregunta: "¿Cómo debería un cristiano responder a la oración no contestada?"

Respuesta: 
¿Cuántos cristianos han orado por alguien, sólo para ver sus oraciones no contestadas? ¿Cuántos han orado y tal vez "se han dado por vencidos" porque, o se desalentaron por la debilidad de su fe, o han llegado a la conclusión de que lo que han estado pidiendo no es la voluntad de Dios? Sin embargo, cómo lidiamos con las oraciones no contestadas es no sólo para nuestro propio beneficio, sino también el beneficio de otros. Cuando oramos, estamos participando en el acto de comunicación más preciado y dado por Dios con la que somos responsables en todos nuestros asuntos. Realmente hemos sido comprados a un precio muy alto: la sangre del Señor Jesucristo — y, por lo tanto, nosotros pertenecemos a Dios.

Nuestro privilegio de la oración proviene de Dios, y nos pertenece tanto ahora como cuando fue dado a Israel (Deuteronomio 4:7). Sin embargo, cuando oramos o hablamos con Aquel que está en el cielo, hay momentos cuando Él parece no responder. Puede haber muchas razones para esto, y las Escrituras sugieren cómo y por qué nuestras oraciones están siendo abordados por la Persona que es tan tierno y cariñoso, quien mismo ama nuestra comunión con Dios el Padre, pues Él mismo es nuestro Representante (Hebreos 4:15).

La razón principal por la que la oración es sin respuesta es el pecado. Dios no puede ser burlado ni engañado, y Aquel que está sentado arriba conoce íntimamente cada uno de nuestros pensamientos (Salmo 139:1-4). Si no andamos en el Camino, o guardamos enemistad en nuestros corazones hacia nuestro hermano, o pedimos cosas con los motivos equivocados (tales como los deseos egoístas), entonces podemos esperar que Dios no conteste nuestras oraciones porque no oye (2 Crónicas 7:14; Deuteronomio 28:3; Salmos 66:18; Santiago 4:3). ¡El pecado es el "impedimento" a todas las bendiciones posibles que recibiríamos de la "provisión" infinita de la misericordia de Dios! De hecho, hay veces cuando nuestras oraciones son atroces a la vista del Señor, más notablemente cuando claramente no pertenecemos al Señor debido a la incredulidad (Proverbios 15:8) o porque estamos practicando la hipocresía (Marcos 12:40).

Otra razón por qué la oración parece sin respuesta es que el Señor está sacando de nuestra fe una dependencia y confianza más profunda en Él, las cuales deben sacar de nosotros un profundo sentido de gratitud, amor y humildad. A su vez, esto hace que nos beneficiamos espiritualmente, porque Él da gracia a los humildes (Santiago 4:6; Proverbios 3:34). O, cómo uno se siente por esa pobre mujer cananea, que clamó incesantemente a nuestro Señor por misericordia cuando Él fue a visitar la región de Tiro y Sidón (Mateo 15:21-28). Ella era apenas la persona a que un rabino judío prestaría atención. No era judía, y era una mujer, dos razones por las que los judíos la ignorarían. El Señor no parece responder a sus peticiones, pero sabía todo sobre su situación. Él puede no haber respondido a sus declaradas necesidades inmediatamente, pero, de hecho, Él oyó y accedió a su petición.

A menudo Dios puede parecer silencioso a nosotros, pero nunca nos despide con las manos vacías. Aunque no se ha contestado la oración, debemos confiar en Dios para hacerlo en Su propio tiempo. Incluso el ejercicio de la oración es una bendición para nosotros; es debido a nuestra fe que somos incentivados a persistir en la oración. Es la fe que agrada a Dios (Hebreos 11:6), y si hay falta en nuestra vida de oración, ¿no refleja esto nuestra condición espiritual también? Dios escucha nuestros clamores empobrecidos por la misericordia, y Su silencio nos inflama con un sentido de persistencia en la oración. Él ama que razonemos con Él. Tengamos hambre por las cosas que son conformes al corazón de Dios y andemos en Sus caminos y no nuestro propio. Si somos fieles a orar sin cesar, entonces estamos viviendo en la voluntad de Dios, y esto nunca puede estar mal (1 Tesalonicenses 5:17-18).




Primer  Anterior  2 a 2 de 2  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: hectorspaccarotella Enviado: 10/10/2020 19:34
¡Gracias José!

HÉCTOR


 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados