8. El carácter de Marcos: un hombre de “segunda línea” que sirve
Hemos visto a Marcos como “ayudante” de Bernabé, de Pablo y también de Pedro. Estos
eran hombres de Dios que lideraron los grandes avances del evangelio y que también
escribieron importantes documentos doctrinales.
Pero también los hombres de segunda línea son importantes. Por ejemplo, en el fútbol,
los hombres de “segunda línea”, es decir, los que ocupan las posiciones en el centro del
campo, son fundamentales para los que van en vanguardia, siendo incluso en muchas
ocasiones los que marcan los goles.
En los días en que Pablo estuvo encarcelado y no podía viajar, Marcos fue uno de sus
hombres de confianza y pudo enviarlo a ciertos lugares (por ejemplo a Colosas), para que
llevara a cabo la obra que él mismo no podía realizar por sus circunstancias. Cuando
estaba a punto de morir martirizado, Pablo deseaba tener junto a él a Marcos en quien en
cierta medida también se apoyaba. Pedro mismo no escribió ningún evangelio, fue
Marcos quien realizó esta labor.
Podríamos decir que sin hombres de segunda línea, difícilmente habría hombres de
primera línea. En nuestros días hay muchos peleándose por ser hombres de primera
línea, pero ¡qué importantes son los que están detrás! Sin ellos, sin su ayuda, sin su
trabajo silencioso, sin su disposición al servicio, sin su entrega abnegada y muchas veces
no reconocida, estos hombres que figuran en la primera línea, en la mayoría de las
ocasiones no podrían hacer nada. El Señor conoce todas estas cosas.