El invisible “dios de este siglo”
Como se muestra aquí en este corto mensaje, y como evidencian
los titulares noticiosos que vemos a diario, en la tv, en los periódicos en
todo lo que sean noticias, algo o alguien extremadamente siniestro está
haciendo de las suyas en nuestro mundo. Sin embargo, pocos comprenden el origen
de ese mal y lo grande y peligroso que es en realidad. Mientras escribo estas
palabras, mi corazón está hecho trizas por otro asesinato en masa en una
escuela de los Estados Unidos. Una mujer de 28 años mentalmente trastornada,
que hacía poco había comenzado a identificarse como hombre, se abrió paso a
tiros por las puertas cerradas de una escuela cristiana privada de enseñanza
básica, y mató a tiros a tres escolares de nueve años y a tres adultos del
personal antes de ser asesinada por la policía que respondió al ataque. Esta es
otra nota marginal y sobrecogedora en la historia de una cultura y una sociedad
que han perdido trágica y horrorosamente el rumbo. Quizá no resulte
sorprendente que esto ocurriera el mismo día en que se publicaron los
resultados de una encuesta nacional en cuanto al papel que juega la religión en
la vida de los estadounidenses. Según concluyó el estudio, el porcentaje de
estadounidenses que dicen que la religión es “muy importante” para ellos se desplomó a un escaso 39 % en los
últimos 25 años, ¡un increíble descenso de 23 puntos! Este tipo y ritmo de
cambio no tiene precedentes. La verdad es que estamos viendo cosas que desafían
la comprensión física. La única forma de empezar a entender realmente lo que
está ocurriendo es darse cuenta de que estamos tratando con una realidad
diferente: una realidad espiritual. Y la única fuente de información
verdaderamente precisa sobre esa realidad espiritual procede del Dios
verdadero: su Palabra, la Santa Biblia.
En ella encontramos información que no podríamos conocer de ninguna otra
manera. La Palabra de Dios revela la fuente de la maldad tan frecuente en
nuestro mundo. Esa fuente es un poderoso ser espiritual (una especie de
superángel) que por un tiempo sirvió a Dios pero se rebeló contra él y ahora lo
odia, y también todo lo que representa. La
Biblia se refiere a este ser como Satanás el diablo, palabras que
significan “enemigo” (o “adversario”) y “calumniador”. El apóstol Pedro lo
llama “su gran enemigo, el diablo” (1
Pedro 5:8, Nueva Traducción Viviente, énfasis nuestro en todo este
artículo). La Biblia revela que
estas palabras lo describen muy bien: eso es lo que es y eso es lo que hace.
Jesucristo se refirió a este ser como “homicida desde el principio” y “padre de
mentira” (Juan 8:44). Si usted cree
que Jesús es real, ¡también debe creer que Satanás lo es, porque Jesús declara
numerosas veces su existencia en La Biblia muestra claramente que nuestras
culturas y sociedades están poderosamente influenciadas por Satanás. El apóstol
Juan escribe que “el mundo entero está bajo el maligno” (1 Juan 5:19). Todas las civilizaciones humanas han sido seducidas
por las insidiosas mentiras y engaños de este ser maligno, y el trágico
resultado han sido miles de años de miseria y sufrimiento. El engaño de Satanás
está tan generalizado, que la Biblia llama a este ser “el dios de este siglo” (2 Corintios 4:4). El vocablo griego
original usado por Pablo aquí para identificarlo es theos –el dios, el que es adorado– de este eón, o sea de esta
época, esta era en la historia de la humanidad. Jesús mismo llama a Satanás “el
príncipe de este mundo” (Juan 12:31).
Solo piense en lo que esto revela sobre la influencia de Satanás: que la mayor
parte de la gente sigue y adora inconscientemente al diablo como su dios. La
mayoría supone que gran parte de la humanidad adora al Dios de la Biblia; pero Dios mismo nos dice claramente que eso no
es cierto, que la humanidad en su conjunto sigue los pasos de un dios diferente
— ¡un dios mentiroso y engañoso! Esta es la asombrosa verdad revelada en la
Palabra de Dios, ¡un hecho que ignoramos para nuestro propio perjuicio! Parte
de esa adoración está cada vez más al descubierto, como se muestra cada momento
en las noticias. Otras manifestaciones son mucho más sutiles, como se muestra
en el mundo que parece que ha regresado a los antiguos dioses. Comprender estas
importantísimas verdades explica en gran parte lo que anda tan terriblemente
mal en nuestro mundo. Pablo explicó que, debido al invisible control de Satanás
sobre la humanidad, la mayoría de las personas no comprenden ni aceptan la
verdad de la Biblia. No entienden ni creen el evangelio, la maravillosa buena
nueva del increíble plan de Dios para la humanidad. Como dijo Pablo: “El dios
de este mundo ha cegado la mente de estos incrédulos, para que no vean la luz
del glorioso evangelio de Cristo . .
.” (2 Corintios 4:4, Nueva Versión
Internacional). Pero los verdaderos seguidores de Dios nunca carecen de
esperanza, “porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el
mundo” (1 Juan 4:4). Dios nos da el
conocimiento y la ayuda que necesitamos para resistir a Satanás en todos los
sentidos. “Resistid al diablo, y huirá
de vosotros”, nos dice. “Acercaos a
Dios, y él se acercará a vosotros” (Santiago
4:7). Ármese o mejor dicho armémonos de conocimiento acerca de nuestro
enemigo, aquel que dejamos al descubierto en este pequeño mensaje, y hágale
frente con la ayuda de Dios. ¡Nada puede ser más importante!.
Mi consejo, para ti, mi amigo, hermano, de la familia
cristiana, estudia cada día la Palabra De Dios o sea La Biblia, aprende de ella,
y siempre estaremos ahí en el frente de batalla contra el enemigo que está ahí enfrente
nuestro y la mayoría no lo ve, y si lo ve, lo ama como algo normal y bueno y no
se da cuenta, que lo llevara a la muerte espiritual.