-Con la fuerza de mis puños solo soy un guerrero más... Es una deshonra para los dioses tener un guerrero débil. - Dice para sí mismo Odiseo, el ángel de los cielos mientras analiza su reciente entrenamiento y el camino que aún le queda por recorrer.- Ese motivo es suficiente para explotar mi fuerza a su nivel mayor... - Vuelve a decir mientras se comienza a elevar, lenta pero constantemente
- El poder destructivo de mi fuerza debe verse reflejado un una devastación rápida y efectiva que me permita cumplir inmediatamente con los mandatos divinos -
Para ese momento, su cuerpo ya se encuentra a una altura considerable
- Pero como... -
Vuelve a decir cuando levanta su brazo derecho con la mano abierta
- Una devastación total... -
Dice justo cuando sobre su palma se gesta repentinamente una bola de luz purpura
- es rápida y poderosa -
Adjunta al tiempo que la esfera crece y toma un tamaño muy grande
- Ahggg -
Entonces sus músculos se tensan y lanza aquella enorme esfera hacia el suelo, la acción parece en cámara lenta debido al tamaño de la bola y se aletarga a un más cuando impacta en el suelo creando una tremenda explosión que arrasa con todo con la onda expansiva que crea, volviendo el lugar un cráter de grandes dimensiones en donde la vida silvestre ha desaparecido.
- Es enorme el poder de un ángel de los cielos... pero su fuerza es divina, una explosión parece vulgar a los ojos de los dioses -
Entonces, presenta sus manos al frente, bien abiertas
- Jhmmm -
Este quejido solo es muerta del esfuerzo realizado al momento en que sus brazos comienzan a ser rodeados por descargas eléctricas, como si una energía inestable las consumiera, después, retrae los brazos y tras unos segundos de concentración, los lanza al frente, despidiendo de las manos, un destello dorado que se abre como abanico consumiendo con su luz la sección del jardín que toca, como si se tratara de una cosmos energía que pudiera calcinar lo que toca hasta desaparecerlo.
- No... Es un ataque simple, sin importancia... -
Dice cuando el sudor empieza a recorrer su frente debido al esfuerzo
- Un ataque no es suficiente -
Adjunta creando una bola pequeña en su mano derecha, la cual arroja al suelo mientras crea otra en la mano izquierda, acto seguido también la lanza y comienza a repetir la acción con ambas manos de forma acelerada pero muy controlada, arrojando aquellas esferas a un solo punto. El ataque, por su magnitud y devastación crea una gran nueve de humo, la cual después de unos momentos se disipa dejando en su lugar solo un suelo árido pero con diferentes marcas de aquel ataque.
- Un ataque diferente... poderoso pero simple... -
Entonces sus ojos serios se clavan en su último ataque mientras analizan el resultado y la manera de perfeccionarlo. De este modo, su mano se levanta empuñada mientras un destello de luz escapa por entre sus dedos, luego, aquella energía comienza a expandirse hacia adelante y hacia atrás formando una línea delgada de luz
- Ahora -
Dice con un fuerte grito lanzado aquella línea la cual estalla contra el suelo, luego vuelve a intentarlo, nuevamente su brazo se levanta y su mano se empuña y la raya de luz vuelve a aparecer y a ser lanzada pero esta vez, no va sola, en el camino se multiplica y cae como una lluvia de cosmos en aquel jardín, inmediatamente después, repite pero la luz ahora no es arrojada, por el contrario, se comienza a engrosar, como si la fuerza psíquica del ángel tuviera control en ella, cambiándola a una jabalina sólida, metálica y rígida
- El poder y la fuerza de un ángel representada en un jabalina sólida, intensa y llena de poder. Un ataque rápido, fulminante y bello a la vez, digno de un servidor de los dioses -
Dice cuando descubre la perfecta arma para finiquitar una orden dada desde los cielos
- Ahhhhhg -
Su fuerza y su intensidad se arrojan en aquella lanza que busca proyectarse aún más rapido que cualquier ataque anterior y con una mejor puntería, siendo además algo tan bello y tan elegante que los mismo dioses la aprobarían.
Odiseo