Santuario de Grecia
Ya han pasado algunos días desde la llegada del brasileño conocido como Aldebarán al santuario, sin embargo hay algo que le llama la atención en particular, una doctrina de su maestro que hasta el momento no se ha podido poner en práctica, por falta de convicción quizá o simplemente por que aún el tiempo no ha llegado, sin embargo este colosal hombre mantiene un paso firme y seguido, adentrándose en los confines más profundos de un peculiar bosque, donde todo parece estar en armonía...
"Mi maestro me dijo que al llegar al santuario, debería obtener el conocimiento del cosmos, sin embargo él me ha enseñado todas las maneras de hacerlo, pero nunca lo priorizé, ahora ha llegado el momento y este, es el lugar ideal..."
Asegurándose de estar aislado de todo contacto humano, el sudamericano finalmente se refugia en un sitio rodeado de la naturaleza, árboles, fauna silvestre y el astro rey brillando en lo alto, dándo un toque perfecto para la situación...
"Este parece ser el lugar indicado, puedo sentir la naturaleza en este lugar..."
Tomando lugar a sentarse en posición de loto, emitiendo un lárgo suspiro que lo tranquiliza internamente y afloja cada uno de sus músculos comenzándo a entrar en armonía con el cálido y relajante lugar...
En ese momento, la importante doctrina de su maestro acerca del cosmos viaja cuan línea de tiempo en su mente, volviendo a aquel lugar en Brasil, donde el aprendiz con algunos años menos era entrenado por un hombre un poco más joven al visto en su despedida...
-Hárotu, debes recordar que el cosmos, es la energía vital que llevas dentro, pero no solo la podrás apreciar dentro de tí, si no que esa enería vive en la naturaleza, cada árbol, roca, animal y persona posee su energía propia, para poder descubrirla, deberás estar en armonía con la naturaleza y contigo mismo, el cosmos lo acapara todo y es lo que impulsa a nuestro ser, lo que dá la vida y lo que transforma el alma despues de que ya no estamos aquí, el mundo está cubierto por energía y ciertamente es lo que nos permite vivír, pero aquellos que logran dominarla a la perfección, son bendecido con dotes impresionantes y eso, cuando logres descubrirlo es lo que usarás para proteger a la tierra y será tú verdadero poder...-
Entonces el moreno cierra sus ojos y comienza a expandir su mente en concentración, pero sin embargo horas pasan sin que este pueda conseguir su cometido...
"¿Por que?... ¿Por que no puedo lograrlo?... Puedo sentir la energía de la naturaleza, pero no logro encontrar esa motivación...¿Acaso será que...?"
Cuando lentamente se pone de pie, aspirando el fresco aire que ronda ya en amplia tarde...
-Debo ser uno con la naturaleza...-
Menciona para si mismo cuando un destello invisible atravieza su mente recordando la promesa que le ha echoa su viejo mentor...
-Si no logro despertar mi cosmos, jamás podré regresar a casa, ya nunca volveré a ver a mi maestro y no podré pelear por la tierra...¡No!... ¡Tengo que hacerlo!-
Volviendo a cerrar sus ojos y dejando que las brisas lo envuelvan, pudiendo apreciar cada uno de los movimientos que producen las hojas de los árboles al ser azotadas por la escencia de Eolos en ese lugar...
"Siente, aprecia cada una de las moléculas de tu interior, fusiónalas... Yo puedo hacerlo"
Así es que Aldebarán comienza a enfocarse en su interior, sintiendo como ese néctar invisible que rige al mundo correr por sus venas, llenar su pecho en cada inalación y en cada exalación y emitir una sensación de despegue de la faz terrestre, ese algo que lo lleva más allá abriendo una brecha entre el espacio tiempo, rodeándolo de sensaciones inexplicables caracterizadas con la paz y la armonía del bosque y unificándolo con cada ser vivo existente en ese lugar...
En su mente, Aldebarán intenta unificar cada una de esas sensaciones nuevas para él dándole un toque de misterio sobre los posibles efectos que esto podría ocacionar, no obstante, este intenta de alguna manera canalizar ese poder interno en su mano diestra, que se ve momentáneamente iluminada por leves fulgores que causan una sensación de hormigueo en su extremidad, sintiéndose por un momento nervioso al no conocer su presencia por lo que su curiosidad lo lleva rápidamente a abrir sus ojos, pero es un error al descuidar su unificación interna lo que causa la ràpida extinción de aquellos matíces blanquecinos casi dorados...
Su respiración un tanto agitada revela el tipo de climax que se debe tener para lograr llegar al punto de dominio, sin embargo Aldebarán no se rinde y sentándose nuevamente en pose de loto, intenta repetir el proceso...
"Que sensación má cálida, como si todo mi interior se hubiese fusionado por un momento... Jhm"
Para intentarlo una vez más, repitiendo el proceso con más profundidad, sintiendo en su cuerpo ese cosquilleo interno e intentando dominarlo, respira con profundidad, pausando en cada inhalación y reteniendo el aire por unos segundos...
"Emerge mi cosmos... Sal a la luz, déjame sentirte y hacerme uno contigo..."
Cuando esas partículas interiores vuelven a fusionarse obligándolo a incrementar un nuevo nivel de concentración, impulsado por sus deseos de proteger a la tierra, sus seres queridos y por sobre todo al prógimo, entonces el moreno intenta acumular esa presión energética que invade todo su cuerpo en su pecho, utilizando su respiración como canal iniciativo mientras que el dominio de sus partes físicas le permite canalizar mediante hormigueos esa electricidad que recorre sus venas y se mézcla con su sangre y vitalidad comenzando a emitir una línea blanca que se contorciona perfectamente con su colosal humanidad sintiendo una increible presión que claramente supera todo lo conocido por aquel hombre...
"¡Lo estoy logrando! Puedo sentir mi cosmos aunque me es casi imposible controlarlo...aghh"
Luchando por mantener esa concentración difícil pero que ha tenido au parte productiva y es ahi, cuando el aspirante a Tauro comprende las enseñanzas, su cosmos emergente por primera vez comienza a fusionarse con el ambiente, tornándose el escenario mucho más intenzo, apreciando en el aire la naturaleza de ese universo infinito que vive dentro de casa ser natural...
"Puedo sentirlo... ¡Que maravilla esta sensación!... Puedo tocar los árboles sin ejercer contácto y sentir el pasto tán cálido y agradable..."
Incrementando toda su fuerza en mantener esa concentración, transformándose su aura blanca en un dorado leve pero brillante, sin embargo unos minutos después todo comienza a desmoronarse, su corazón late constántemente volviendo su pausada respiración en una más agitada y sus manos comienzan a temblar...
"¡¿Pero... Que está sucediento?! De pronto comienzo a sentirme cansado sin mover un dedo...¡Aghh!"
Cuando esa luz que emitia su ser comienza a disminuír notoriamente hasta desaparecer, volviendo todo a la normalidad en el lugar, solo que el supuesto hombre invencible para muchoa en el santuario, presenta un serio estado de fatíga que lo lleva a desplomarss de espalda notando las gotas de sudor emergente de su rostro, pero totalmente conforme por haber podido sentir por primera vez su propia energía cosmica fusionarse con la naturaleza...
-Es increible como algo tan poderoso puede vivir dentro de nuestros frágiles cuerpos, esa es la verdadera fuente de poder de un caballero pero sin embargo... Me ha cansado mucho... Jhm aunque para ser la primera ves que hago contácto con mi cosmos no estubo nada mal, soy conciente que debo entrenar mucho más para poder controlarlo, aunque eso con el tiempo se irá evolucionando hehe-
Cerrándo levemente sus ojos para dejar que las brisas lo refresquen de tanto calor interno, ya respirando más tranquilamente la imágen de su maestro se impone en su cabeza...
"Maestro, jamás tendré palabras para agradecer lo que haz echo por mí, por eso cumpliré mi promesa y seré un caballero, protector de la tierra que tanto amamos..."
Y así el foco de atención se va alejando hacia lo alto, quedando su figura corporal oculta por las copas de los árboles que rebozando de la luz que en su punto más alto el astro rey emite sobre la faz terrestre....
Aldebarán