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Sanctuary Academy: Misión: La Quimera y el hierro // Tauro
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De: [Mчsтιк] (Mensaje original) |
Enviado: 06/09/2013 18:37 |
Involucrados: Aspirante a Tauro
Modalidad: Fic
Objetivo: Una fiera bestia de tres cabezas, una de macho cabrío, la central de un león y la tercera cabeza, de dragón; el mítico amenaza la cuidad del Alejandría, es ahí, a donde el Aspirante a Tauro ha de dirigirse para derrotar a la Quimera, aquella que consume todo a su paso, dejando solamente caos y destrucción.
Nota: En este fic deberás desarrollar tu segunda técnica, el puño de hierro, pero no controlarla por completo, podrás igualmente, utilizar el gran cuerno de ser necesario.
Entrega: Tienes dos días para reportarte y cuatro días de plazo para entregar la misión a partir del reporte.
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Alejandría
El santuario ha sido alertado a causa de una amenaza que está probocando un cáos terrible en la cuidad forjada por el magnámico conquistador, Alejandro, ya que una quimera de gigantéscas proporciones y nada menos que tres cabezas está dejando prácticamente en el ruinas las tierras famosas por su historia de combate.
Es por ello que uno de los más destacados aspirantes del santuario es enviado con urgencia, con el único fin de detener a la bestia salvaje pero al llegar al dramático lugar se da cuenta que su enemigo esta ves, es más peligroso y difíil que sus anteriore misiones, ya que nada más su cuerpo dragónico con dos gigantescas alas posee unos cinco métros de alto y cerca de siete de lárgo sin contar su escamosa cola...
"Maldición..."
Es lo único que menta atónito el futuro caballero de Tauro, recien llegado en la escena y presenciando como tres cabezas se agitan despiadádammente, atrapando a los valientes soldados que intentan hacerle frente...
-¿E...eso son... tres cabezas diferenes?-
Es lo único que alcanza a mencional el colosal hombre, que incluso ante su gigantesco tamaño, es una miniatura ante esa masa de músculos y fuerza perteneciente a una de las béstias más temidas de la mitología...
-Está matando a esos soldádos, no puedo quedarme de brazos cruzados-
Manteniendo un grado de desesperación por ayudar ante la horrorosa escena, por lo que emprende una rápida carrera hacia la posición de esos hombres que inútilmente rodean con sus lanzas y escudos a la bestia, terminando uno a uno envuelto por los filosos dientes de esas tres cabezas, pero lo más atemorizante de todo, es que no pertenecen a la misma familia esos gigantéscos cráneos, ya que uno posee las facciónes de un macho cabrío, un león y el más natual, un dragón.
Cuando la distancia ya casi es rota en su totalidad, la respiración del aspirante se torna agitada al emplear toda la agilidad de su físico para hacer contácto con la bestia, pero ya llegando la cabeza de cabra mutánte se percata del acercamiento de un enemigo más significante que los valientes guerreros y emite un rápido y brusco movimiento, bajando su cabeza desde abajo hacia arriba para desparramar por los aires a varios guerreros e impactar con su pesado rostro la titánica humanidad del futuro caballero, quien sorprendido lo único que opta por hacer es asegurar sus manos a donde puede, sujetándose para dejárse llevar de forma inevitáble por esa fuerza inigualable, siendo paseado su cuerpo por el aire, siguiendo los movimientos que el lárgo y musculóso cuello emite...
-¡Ahhhgggg maldita criatúra!-
Cuando sus brazos se aferran con fuerza y sus dédos buscan clavarse en la dura piel de la cabeza con forma de macho cabrío, pero es tánta la fuerza que emite en cada movimiento que es lanzádo al piso con violencia, sin mas poniéndose de pie con facciones de dolor en su moreno rostro...
"Es más fuerte de lo que pensé..."
Cuando dos pasos de la quimera la acercan más hacia donde se encuentran unas chozas intáctas que seguramente cumplen la función de refugio de los aterrorizádos habitantes del lugar...
-No puedo permitír que muera más gente, es mi deber protegerlos-
Entonces su mirada caluladóra rodea tán rápido como es posible el lugar, visualizándo el espéctro del desastre, cadáveres en el piso de inocentes y soldados, cuyos miembros han sido arrancádos por la fuerza de las poderosas mandíbulas que poseen las tres cabezas de reconocídos animáles como tambien la destrucción que su pesado cuerpo escamado y con punzántes huesos sobresliendo de forma cónica en toda la zona de su espína dorsal hasta finalizar en su lárga cola de grandes dimensiónes, y sus alas que agíta con violencia en sus destructívos movimientos sujétas naturalmente a sus extremidàdes finas y con total apariéncia a lo que sus características respecta, siendo sus dédos los finos huesos que sustenta esa piel de cuero y cartílagos que le permite levantar vuelo cuando la bestia lo requiere y siendo adornadas por lo que serían las uñas representadas como garras filósas que han servido para poner fin a la vida de mucha gente y por último en medio del caos aquellos hombres, investidos por simples armaduras de metal fundido, espadas de acero al igual que escudos y lánzas de madera con punta de acero que apenas si rásgan a la quimera...
-Muy bien, ya no hay tiempo...-
Por lo que comienza una ves más a agilizar su paso pero esta ves hacia el hombre que dirige a escuadrón que ha fracasado en cada inténto de detener a su peor pesadilla y la del pueblo, llegando hacia él quien se sorprende evidentemente por el colosal tamaño y formación física que posee el hombre que ha intentádo enfrentar con sus manos a semejánte criatúra del pasado, que ha logrado sobrevivir muchos años y ha vuelto a atacar...
-Mi nombre es Aldebarán, vengo desde el Santuario, como sea eliminaré a esa criatura pero necesito de su ayuda-
El orgulloso comandante del octávo regimiento es aplacado por la situación, sin poder hacer nada y casi sin esperanza, quedándo la muerte como única manera se sorprende por las palabras de aquel hombre, quizá un milágro para la gente no vendría mal en ese momento...
-Aldebarán, ¿Enviado del sanuario?-
Cuestióna agitado el comandánte, como reconociendo a aquel hombre por sus azáñas anteriores acabándo a las bestias mitológicas que han amenazado a la humanidad...
-He oido hablar de usted señor y creame... tiene que ser un milágro que usted esté aquí... eh perdido a mi legión prácticamente, solo somos unos doce o trece en pie y nuestras armas no penétran su piel, dudo que puédamos ayudarlo señor...-
Reconociendo la realidad de las cosas, pero sin embargo, Aldebarán responde con autoridad y nobleza...
-Los eh visto luchar, se que su espíritu es defender a la gente inocente, que quizá para ello están, nosotros los guerreros debemos vivír para proteger a quienes no pueden hacerlo por ellos mísmos y por ello, deberán siempre tener sus armas en guardia, por más de que las sircunstancias sean de una total desventaja...¡Luchar por los débiles o morír con honor intentándo protegérlos!...-
Cuando sus ojos se cristalízan y una impresionánte cosmo energía estalla de su interior, recubriéndolo de haces dorádos de insténsa luminiscencia que incluso proboca que el soldado eleve su brazo para proteger sus ojos de tánta luz, con total asómbro...
-A...Ahhhg... ¡Que impresionánte!...¡Ha llenado mi alma con esa luz!-
Impresionado su rostro por debájo de su yelmo plateádo, cuando los demás se acércan en círculo con ese mísmo efécto que despierta su valentía...
-¡Aldebarán! Pelearemos una ves más, pero no seremos suicídas, para que sepas no somos soldados cualquiera y aunque semos pocos, podemos distribuirmos y formar una estratégia-
Entonces Aldebarán se toma un segundo más para mirar a los hombres, de cuales seis de ellos llevaban arcos atravezádos en su pecho y porta flechas con más de veinte de ellas, un cargamento intácto, por lo que vuelve a mirar el campo donde sería la batalla por dominar a la bestia que se aliménta de los cadáveres luego de mucho tiempo sin llenar su gigantésco estómago y calculadóramente divisa algunos árboles donde fácilmente un hombre puede subir y quedar alejádo pero al alcanze para desplegar flechas, por lo que inmediatamente...
-Entonces no hay tiempo que perder, seis de tus hombres que se suban a los árboles y tiren flechas a los ojos, cegar a la criatúra será muy peligroso, pero nos dará un espacio de tiempo para finalizárla, el resto, choquen sus espádas con sus escúdos, hagan mucho ruido en su alrededor y si tienen la oportunidad, ataquen sus patas traseras...-
Para luego apretar sus dientes y canalizár su cosmos en totalidad, controlándolo a la perfección...
"Muy bien llego la hora de terminar con esto y que no muera nadie más..."
Entonces un brillo en sus ojos despliega su energìa en el rádio de la quimera, probocándo rápidamente el resquebrajeo del piso que ante el peso del animal sucumbe algúnos centímetros mientras que como ácto consecutívo varios trozos de roca grande se eleven calléndo como proyectíles hacia las tres cabezas que rápidamente comienzan a emitir rugídos por el dolor y la molestia de ser golpeado, como tambien por el efecto de derrumbarse hacia abajo, dándole tiempo a los soldados a tomar sus posiciónes y rodearla, manteniéndose a una distancia segura de sus dientes y sus alas que se desplégan y se pliegan constantemente, chocándo sus armas para generar un ruido que distorciona y enfurece a la bestia mientras las lluvias de flechas caen como cortinas lastimándo sus creáneos y cuello pero sin acabar con la imponente criatúra, sin embárgo ahora aldebarán se mueve ágilmente buscándo la forma de acercárse a la primera cabeza, pero hay un problema, ante el enfado de las bestias, la cabeza de dragón comienza a lanzar fuego a gran distáncia, casi alcanzándo a uno de los soldados, lo que marca una prioridad en el aspirante a Tauro...
"Esta debe ser la primera, si no alcanzará a los soldádos o podrá quemas las casas y los arboles..."
Entonces apresura su andar de forma diagonál hacia la posición de la cabeza de Dragon y concentrándo su cosmos en un implso este rechaza el piso y se eleva en el aire, superándo incluso la estatura de la béstia por algunos centímetros. entonces desde ahí todo se hace cámara lénta, el punto a destruir se marcaba movedizo, pero seguro al ser su cráneo de unas dimenciónes muy grandes, por lo que Aldebarán se demuestra más analítico que impulsivo y ante su suspención de escázos segundos antes de cañer intenta localizár el punto débil para efectuar un golpe mortal...
"...Grr no puedo lanzar el cuerno desde aquí, tendré que concentrár todo mi cosmos en mi mano y dar un golpe mortal..."
Cuando inclina su peso hacia el frente retrayendo su pierna derecha y estirándo la siniéstra para equilibrar su peso mientras su brazo izquierdo se adelánta para lograr torcer su torso hacia el lado derecho para pegar lo más fuerte posible, mientras su puño diestro, retraido y listo se ilumina totalmente por la energía del colosal aspirante a Tauro en caida...
-,,,¡GRAAAAAAAAAAH!...-
Emite cuando llegándo al momento justo su puño derecho se hunde en la parte trasera del cráneo, donde se unifica la cabeza y el cuello del dragón, desplegándo con toda su fuerza su ese poder que incluso puede causar más poder del generado, pero siendo suficiente para que aquella estremidad logre derribar hacia el piso completámente al dragón generándo un sonído de explosión que levánta una grán columna de pólvo y atonitándo a las otras que gritan incontroláblemente al sentir párte de si quedar inactíva, pero la batalla no había terminado, Aldebarán salta como puede del lugar y se aleja buscando la posición para golpear la siguiente cabeza...
"Vaya, mi puño me sorprende, podría llegar a ser un gran arma... lo haré de nuevo" Concentrándo una ves más su cosmos en su extremidad diéstra para volver a moverse con cautela y seguridad, esperándo el moménto justo para atacar y es justo cuando una de las flechas golpea uno de los ojos del macho cabrío que emite un gruñido totalmente audible, pero como reacción baja su cabeza más de lo inusual y aldebarán ve la oportunidad...
-¡Ahora!-
Acercándose lo más rápido que puede para no permitir el estire total del cuello de la bestia si no interceptárlo en su movimiento ante su dolor y distorción al perder uno de sus ojos, por lo que una ves más prepára su cuerpo con su cosmos laténte en su diestra y envía con todo poder su golpe hacia la zona del ocíco de este, proocándo un rechazo inminénte que hace mover en retrosiva el lárgo cuello del animal, quedándo ahí su cabezá que cae instantáneamente al piso con su léngua de afuera, pero esta ves, la cabeza de león se le aproxíma sin dárle mucho tiempo, pero no en acción inmediata de ataque si no que en gesto de dolor y molestia, golpeándo al aspiránte y chocár contra uno de los Árboles donde había uno de los arqueros, probocándo que este caiga tambien al lado del futuro caballero de Tauro...
-...Aghh... eso... me tomó de sorpresa...-
Intentándo recuperárse al igual que el soldado, con ambos gestos de dolor, pero ahora el león se enfoca solamente en Aldebarán, la presa mayor que ha logrado vencer a dos de sus hermanos, su lengua saboréa sus afilados dientes y sus labios permanecen elevádos mostrando rábia, sus ojos inyectados en sangre y todo su cuerpo temblando de ira, los rugidos son fuerte y atemorizántes y será una ves más el poder del defenzor de la tierra o el del León salvaje...
"Otra ves en la misma situación, cara a cara con un León, mal o bien, ya es molesto, no es posible que criatúras así asechen la tierra matando gente sin escrúculo... no puede ser así... ahora que la nueva generación de caballeros ha nacido para defender la tierra, todas las creaciónes del pasado que causen peligro tendrán que desaparecer... por los humanos, por la tierra....¡Por la tierra que ama athena!"...
Entonces su comos se intencifíca totalmente y sus brázos se cruzan sobre su pecho...
-¡Núnca debiste meterte con esta gente!...¡GRAN CUERNO!-
Entonces sus manos se despliégan desplegándo todo ese poder devastádor que se representa en ondas de choque que inmediátamente abraza a el León probocándo que todas las intenciónes que este haya podido tener, se desintegren al igual que casi todo su rostro, calléndo junto al resto con humo sobresaliéndo de todo su lárgo cuello y párte de su cuerpo...
Para cuando todo termina los brazos de Aldebarán ya están cruzados lo que realmente sorprende a los sodados y la gente que que comienza a saltar de la alegría al haberse terminado todo, la energía vuelve a la normalidad y aldebarán se denota sereno, había podido poner fin a su preocupación, y la tierra estaba a salvo una ves más...
-Los caballeros de santuario son increíbles.. Mato a la quimera con sus brazos cruzados, es un heroe...-
Son los comentários que se escuchán entre la gente y los soldados, cuando el líder se le acerca...
-Haz dado la esperanza al pueblo y salvado gente... siempre te recordarémos, que la gloría sea tuya, guerrero del santuario-
Ofreciéndo una mano que es estrechada instantáneamente por Aldebarán, quien aún presenta un gesto de preocupación...
-Gracias, pero no necesito la gloria, lo unico que necesito, es que siempre manténgan ese valor y nunca miren hacia atrás, saben que siempre que ustedes estén dispuestos a ayudar a los más débies y aunque sus recúrsos no sean suficiénte, tendrán ayuda de algún lado... solo es cosa de creer... Dirige bien a tus hombres, enséñales este valor..-
Mostrándose totalmente noble y demostrando sus interéses y misión, para luego voltear y caminar en dirección opuesta, comenzándo su trayécto de regreso hacia el santuario...
"No eh podido evitar estas muertes, pero al menos esta criatúra no volverá a asesinar... jhm, a veces me gustaría poder salvar a todas las personas... pero bueno... así es la ley de la vida..."
Aldebarán
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Aldebarán, un muy bien fic, muy completo en estrategia, resaltando la nobleza de su personaje y su preocupación por proteger a los aldeanos que son atacados por tan feroz bestia, muy interesante y atrayente, y lograste pues desarrollar en el las bases para tu segunda técnica.
El único detalle, es que no mostraste cansancio alguno al final del combate, utilizaste en gran medida de tu energía, por lo que debió repercutir considerablemente en tu persona, cuidado con ello en una próxima ocasión.
Se te recompensa con 6 PE, por la labor y prontitud de la misma, así como tu segunda técnica, el puño de hierro (o brazo de acero) aunque aún no la manejarás a la perfección.
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