Dos pares de pequeñas piernas colgaban del muelle.
De pronto, la niña, con expresión seria en su rostro inquirió a su acompañante: -¿Puedes guardar un secreto? -Claro. Ella comenzó a susurrar al oído de él, y mientras dos ojos de niño se agrandaron con sorpresa, un pequeño rostro se iluminó con una divertida sonrisa cómplice. […] Pasaron sólo 78 años. ¿Qué es el tiempo para una amistad tan pura? Las piernas de él no eran las mismas. Le costó horrores llegar al muelle y mucho más sentarse. Ella hizo lo propio. Una lágrima corría por la mejilla de la anciana. -¿Recuerdas cuando éramos niños y te conté mi secreto? -Por supuesto. Estabas muy bonita. -Estoy muy triste. Tal vez recuerdes lo que te dije esa tarde. -¡Claro! Dijiste que sabías cómo hacer para vivir eternamente. Cosas de niños… -¡Pero era verdad! Y lo más triste; lo que más lamento, es que tal vez pronto pierda tu amistad… ¡Porque no nos queda mucho tiempo y no recuerdo cómo se hacía! -No te preocupes. Yo también conozco el secreto. -¿En verdad? Él comenzó a susurrar al oído de ella, y mientras dos ojos de anciana se agrandaron con sorpresa, un arrugado rostro se iluminó con una divertida sonrisa cómplice. -Contemos hasta tres: “A la una… A las dos, y a las…” […]
Continúa la búsqueda de los ancianos extraviados en la zona del muelle. Las autoridades presumen que se ahogaron, pero no se han podido encontrar los cuerpos.