Las almohadas, guardan secretos. Desde que el mundo, es mundo, el hombre se acuesta a dormir, apoyando la cabeza, en algo. Desde las camas, más pobres, hasta las más lujosas.
Todas tenemos una almohada: vieja, suave, dura, de plumas, de espuma, de tela, no importa.
Tu almohada, es tu amiga silenciosa. Escucha las confidencias, absorbe tus problemas, recoge tus lágrimas, te acompaña, en los buenos sueños y las pesadillas.
Por eso, los antiguos recomiendan un cuidado especial con ella. Empezando, por no prestársela a nadie, ni dejar, que se sienten en ella.
Además, para que tengas a tu amiga, siempre limpia de impurezas malignas, que provocan noches de insomnio y pesadillas.
Haz lo siguiente:
Todos los viernes, déjala en la mañana al sol. Girándola, para que tome luz, por ambos lados.
Luego, golpéala, mientras repites tres veces:
"Lo que está adentro, sale .. Quitando, todos los miedos .. Para que se queden, dentro .. Solo, mis secretos...llenando de luz mis pensamientos “