Como rosas sin espinas. Son esas personas que, hagas lo que hagas, pienses lo que pienses, siempre están ahí. A esas personas, que siempre encuentran las mejores palabras, los mejores consejos. Que te ofrecen sus hombros sin pedir nada a cambio.
Es sorprendente, nunca dejará de sorprenderme, la capacidad de formación de esos lazos que se crean con gente que, aunque no los una un lazo de amor contigo, ni sean de tu familia, se comparten, dando tú por ellos lo mismo que ellos dan por ti.
A ellos, por estar siempre ahí, por saber cuando me encuentro en un mal momento, por compartir mis alegrías y hacerlas suyas, por compartir sus malos ratos conmigo. Por todo esto, de todo corazón... Para ellos va ésta rosa sin espinas.