UNA MUJER LLAMADA GUITARRA
Un día circunstancialmente, le dije a un amigo que la guitarra era "la música en forma de mujer."
La guitarra no sólo es la música (con todas sus posibilidades orquestales latentes) en forma de mujer, sino, como todos los instrumentos musicales inspirados por la forma femenina viola, violín, mandolina, violoncello, contrabajo, el único que representa a la mujer ideal: ni grande ni pequeña, de cuello alargado, hombros redondos y suaves, cintura fina y ancas plenas,
cultivada pero sin jactancia, remisa a exhibirse a no ser de la mano de aquél a quien ama, atenta y obediente a su amado pero sin pérdida del carácter y la dignidad y tierna, sabia y apasionada en la intimidad. Hay mujeres-violín, mujeres-violoncello, y hasta mujeres contrabajo. Pero de que modo se rehusan a establecer esa íntima relación que ofrece la guitarra, de que modo se niegan a permitir el canto, prefiriendo convertirse en objeto de solos o ser parte de orquestaciones, como no saben responder al contacto de los dedos para vibrar, en beneficio de agentes excitantes como arcos y púas, siempre quedarán relegadas, finalmente, por las mujeres-guitarras, que un hombre, cada vez que lo desee, puede tener cariñosamente entre sus brazos y pasar con ella horas de maravilloso aislamiento, sin necesidad de sostenerla en posiciones poco cristianas, como ocurre con los violoncellos, ni estar obligatoriamente de pie delante de ellas, como suele aontecer con los contrabajos.
¡Divino, delicioso instrumento que combina tan bien con el amor y todo lo que, en los instantes más bellos de la naturaleza, induce al abandono maravilloso!
Hasta la manera de ser tocada contra el pecho, recuerda a la mujer que se anida en los brazos de su amado y , sin decir nada, parece suplicar con besos y caricias que él la tome toda, la haga vibrar en lo más hondo de si y la ame por encima de todo, pues de lo contrario ella nunca padrá ser totalmente suya.
Ubíquese en un cielo alto una luna tranquila.¿Acaso pide un contrabajo?
¡Nunca! ¿Un violoncello? ¡Una mandolina? ¡NI por asomo! Una mandolina, con sus trémolos, le perturbaría el éxtasis luminoso. Y entonces ¿ qué pide la luna tranquila enles contesto: una guitarra.
un cielo alto? Y yo Pues de entre los instrumentos musicales creados por la mano del hombre, sólo la guitarra es capaz de oir y de entender a la Luna.
VINICIUS DE MORAES (Brasil 1913-1980)