Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

HuergaFrailes Amigos
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 FIRMAS LINA 
 
 
  Herramientas
 
General: Cardo mariano, la planta que protege al hígado
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 4 en el tema 
De: montse4070  (Mensaje original) Enviado: 20/11/2009 07:36
Cardo mariano, la planta que protege al hígado
 
Desde tiempos ancestrales la planta conocida como “cardo mariano” ha sido usada para tratar dolencias relacionadas con el hígado y con la vesícula, picaduras de serpientes y problemas menstruales.

Científicamente conocida como Siyibum marianum, esta hierba es miembro de la misma familia de plantas de la alcachofa y la margarita. Las propiedades medicinales de esta planta derivan de sustancias presentes en sus semillas, donde el componente biológicamente más activo es la silibinina.

Diversas investigaciones afirman que esta planta desintoxica y protege al hígado, salvaguardándolo de daños severos, reduciendo inflamaciones y promoviendo su bienestar.

El cardo mariano y el hígado

Popularmente conocida como el “guardián del hígado”, esta planta medicinal lo protege contra las toxinas estimulando el crecimiento de nuevos tejidos para reemplazar las áreas dañadas. Esta protección es crucial para la eliminación de venenos biológicos.

Situado en el costado derecho del abdomen superior, el hígado posee muchas tareas, incluyendo la de convertir partículas de comidas en grasas, carbohidratos y proteínas y participando de la regulación y almacenamiento de la glucosa.

El hígado es un órgano que se encuentra bañado en sangre. Esta sangre contiene gran cantidad de sustancias nocivas, incluyendo bacterias, alergenos, etc. Lo que hace el hígado es filtrar estas sustancias dañinas a través de la sangre y atacar a otras con enzimas que las eliminan o neutralizan.

Eliminar estas sustancias dañinas es una tarea peligrosa porque si no son desactivadas y curadas rápidamente el hígado puede dañarse. El cardo mariano previene que esto pase de diferentes maneras:

Protege al hígado de las sustancias dañinas

Esta planta resguarda al hígado de drogas como el alcohol y hongos venenosos, como también de las drogas usadas en quimioterapia u otras sustancias perjudiciales.

Una de las maneras de proteger el hígado que tiene esta planta es estimulando la producción de una sustancia llamada “glutatión”, que desintoxica a las células vivas. Diversos estudios realizados en animales mostraron que el cardo mariano promueve el incremento de esta sustancia en un 35% en el hígado, en el estómago y en los intestinos. Además esta planta altera las membranas exteriores de las células vivas, haciéndolas más fuertes para que las toxinas no ingresen en ellas.

Mantiene el flujo biliar

La bilis ayuda a expulsar las toxinas desactivadas a través de las heces. Las obstrucciones biliares pueden inducir a una ictericia (color amarillento de la piel por la presencia biliar anormal). Lo que hace esta planta es ayudar a proteger al hígado inhibiendo la producción de las sustancias llamadas leucotrienos, que promueven la colestasis (“estancamiento” de la bilis).

Protección contra los daños causados por el exceso de alcohol

El cardo mariano interfiere en el desarrollo de la cirrosis y elimina el tejido anómalo que acompaña al daño hepático de origen alcohólico.

Reduce el exceso de hierro en el cuerpo

El exceso de hierro en el cuerpo puede provocar daños en el hígado. Esta planta medicinal actúa como un antioxidante, ayudando y protegiendo al hígado contra los daños resultantes.

Además ayuda a eliminar el hierro de la sangre, mediante la defecación.

Regenera los tejidos del hígado

El cardo mariano fomenta la producción de proteínas en las células del hígado, estimulando el crecimiento de células nuevas y permitiendo que las dañadas se regeneren.

El debilitamiento del hígado, debido a la acumulación de sustancias toxicas en él y en el resto del cuerpo, puede traer problemas al sistema inmunológico.

Ayudando a mantener al hígado saludable y fuerte esta planta mantiene saludable a todo el cuerpo.

Poder antioxidante

Esta hierba combate el estrés oxidativo y el daño provocado por los radicales libres, que pueden debilitar y destruir células en todo el cuerpo.

Además estimula la actividad de otros antioxidantes.

Combate el daño inflamatorio

Varias células en el cuerpo producen sustancias inflamatorias que pueden causar severos daños al hígado y a otros tejidos El cardo mariano lo que hace es inhibir la formación de estas sustancias tóxicas

En altas dosis puede reducirlas hasta un 70% comparada con el valor de control.

A través de estas propiedades anti-inflamatorias, el cardo mariano puede ayudar a prevenir el daño en los tejidos del hígado, los riñones y de cualquier otra parte del cuerpo, como también disminuir la formación de cálculos.

El cardo mariano protege contra la diabetes

Aunque comúnmente solo relacionamos a la diabetes con el páncreas y la insulina, el hígado tiene un importante rol en la regulación de azúcar en la sangre, pues transforma la glucosa y la almacena para cuando sea requerida.

Si el hígado es significativamente dañado por el alcohol, excesiva inflamación o toxinas, no podrá regular el azúcar en la sangre, predisponiendo a la diabetes.

Hace algunos años, fueron 60 pacientes con diabetes (del tipo 2) y daños en el hígado causados por el alcohol. A la mitad se les administraron 600 gramos de cardo mariano todos los días durante 12 meses, y a la otra mitad se les dio un placebo.
Los resultados fueron sorprendentes: el cardo mariano redujo rápidamente los niveles de glucosa en la sangre. Pero no bajó tanto el nivel de glucosa en la sangre como para causar un bajo contenido de azúcar (hipoglucemia), sugiriendo que esta planta es “inteligente”, ya que estabiliza los niveles de azúcar en la sangre.

Tres acciones contra el cáncer

Estudios recientes sugieren que el cardo mariano puede ser útil en la dura batalla contra el cáncer de tres maneras distintas:

En primer lugar, puede pelearle al cáncer directamente. Un estudio de laboratorio mostró que esta planta puede detener in vitro el desarrollo de células cancerigenas. El cardo mariano no las mata sino que hace que se comporten como células normales (al menos en el cáncer de próstata, que fue el objeto del estudio).

En segundo lugar el cardo mariano puede potenciar los efectos de las drogas que se utilizan contra el cáncer.

Finalmente, esta hierba puede proteger a los riñones de los efectos dañinos producidos por la quimioterapia contra el cáncer.

El cardo mariano baja el colesterol

En 1977 un estudio conducido por científicos alemanes encontró que esta planta podía inhibir la producción de colesterol. Nuevos estudios produjeron similares resultados, mostrando que tomando esta medicación bajaba el nivel de colesterol total y se incrementaba el de colesterol “bueno”.

Además el cardo mariano disminuye la oxidación o la transformación del colesterol “malo” en formas mas perjudiciales.

¿Cómo se usa?

Las diversas investigaciones realizadas hasta el momento no identificaron todavía la óptima dosis de cardo mariano.

Se piensa que al menos 250 mg. por día de cardo mariano pueden ayudar a la gente con diabetes y otros daños que tengan que ver con la regulación de la glucosa en el cuerpo.

Dosis de 150 hasta 300 mg. por día son considerados suficientes para proteger al hígado sano, mientras que entre 400 y 800 mg. por día serían necesarios en casos claros de daños en el hígado.

Usándolo apropiadamente el cardo mariano no parece producir efectos colaterales, aunque se debe tener cuidado al usar el extracto de esta hierba mientras se consumen otros medicamentos, como por ejemplo aquellos utilizados para subir la presión.

Pero, como con toda medicación (y esta es una medicación, aunque sea de origen “natural”), no es bueno automedicarse y siempre es necesario consultar primero con su médico.


 
 

Cardo Mariano
(
Silybum marianum)

Descripción:

El cardo mariano es una planta muy vigorosa y decorativa, que puede alcanzar una altura de metro y medio. Tiene una gruesa raíz ramificada que da lugar a una roseta de hojas ovaladas, de 30 cm de largo, rodeada de dientes irregulares y espinas coriáceas, verdes y brillantes, recorridas por nervios blancos. La cabezuela es grande, con las brácteas externas rematadas en una recia espina. Las flores tienen color de rosa y los estambres interiores están soldados en un solo haz.
Se cría en lugares incultos, al borde de senderos y carreteras de todo el país, abundando más en el sur.
 
Aplicación:

Los frutos contienen aceites, albuminoides, taninos y un principio amargo. Además, en su composición también encontramos flavo-lignanos como la silimarina y otros compuestos afines. Tiene acciones aperitivas, colagogas, acción protectora sobre el hígado, acción digestiva, diurética y antipirética. En el cocimiento de los frutos molidos se han encontrado diversas aminas como la histamina, la tiramina y la agmatina. Por estos compuestos se ha estudiado la posibilidad de emplear los frutos en personas que padecen de tensión baja, para evitar bruscas caídas de presión. En uso externo, el cardo mariano se utiliza para aliviar hemorroides, varices y úlceras de piernas.
 
Administración:

.- Infusión. Una cucharadita pequeña por taza de agua hirviendo. Se deja reposar un poco y se toma antes de las comidas. Los frutos se machacan o muelen previamente. La dosis de estos puede aumentarse si se desea, ya que son completamente atóxicos. Únicamente no está recomendado en personas que sufren de hipertensión arterial, por la presencia de tiramina.
.- Extracto. Si partimos del extracto fluido, se usa a razón de 30-50 gotas, 3 veces al día. También está disponible el extracto seco, pudiéndose tomar de 0,5 a 1 g al día.
En el mercado farmacéutico existen muchas especialidades que contienen cardo mariano, bien solo o asociado a otras plantas. Entre las presentaciones simples cabe destacar la solución hidroalcohólica, cápsulas, planta troceada, comprimidos, extracto y tabletas.
 
Floración y Recolección:

Florece en los meses de mayo y junio. Se reproduce por medio de los frutos, que se llaman aquenios; éstos se siembran en otoño directamente en la tierra. La germinación tiene lugar una semana más tarde. En las regiones de alta montaña, las plantas sembradas en primavera florecen dentro del mismo año, pero los frutos no llegan a madurar; por eso se prefiere hacer la siembra en otoño. Las semillas se plantan en hilera, separadas unas de otras unos 60 cm. La parte que interesa con fines terapéuticos es el fruto (aquenio). Para su recolección primero se cortan las cabezuelas y luego se dejan caer los aquenios.


Primer  Anterior  2 a 4 de 4  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 4 en el tema 
De: montse4070 Enviado: 20/11/2009 07:36
 NAVIDADES CUIDA TU HIGADO Cuida tu higado

El hígado es el gran laboratorio del cuerpo humano. Millones de reacciones químicas tienen lugar en él cada día. Es la mayor víscera del cuerpo. Su peso- alrededor de 1.5 kgs- habla de su importancia para mantener el metabolismo equilibrado.

Se sitúa en la parte superior derecha de la cavidad abdominal. Con forma de cuña, las funciones básicas del hígado son tres: transformación de unos principios nutritivos en otros - azúcares, proteínas, grasa, etc. - la producción de la bilis - necesaria para la digestión de las grasas - y la desintoxicación de la sangre neutralizando y eliminando las numerosas sustancias extrañas o tóxicas que pueda contener - como medicamentos, alcohol, etc-. Es por este motivo que su mal funcionamiento repercute en todo el organismo.

Cuando eso sucede, como es el caso de estos días con las fiestas de Navidad, demás de cuidar la dieta, abusando lo menos posible del marisco, alcohol, etc. podemos ayudarnos en plan preventivo o para solucionar problemas de no mucha envergadura con algunas plantas medicinales.

Podemos diferenciar dos tipos de plantas. Por un lado están las coleréticas y colagogas. Las primeras estimulan la formación de bilis en el hígado, lo descongestionan y favorecen la digestión. Las segundas facilitan el vaciado de la bilis desde la vesícula al duodeno, mejorando el correcto funcionamiento del sistema biliar. Se utilizan en caso de disquinesia biliar - vesícula perezosa-, dispepsias biliares y colelitiasis - cálculos o arenillas en la vesícula-.

Otro grupo de plantas son las protectoras, usadas cuando existe lesión o insuficiencia hepática. Protegen al hígado de la acción destructora de elementos tóxicos. Se suelen utilizar para suprimir la formación y absorción de sustancias tóxicas.

CARDO MARIANO Cardo Borriquero / Cardo Mariano

Popularmente conocido como cardo borriquero. Su principal cualidad es su capacidad para regenerar las células hepáticas.

La Silimarina es su principal componente. Los resultados de numerosos estudios indican que esta sustancia, presente en las semillas, actúa como un potente antioxidante en las células hepáticas. Las protege de los daños causados por los radicales libres. Y aumenta su capacidad para regenerarse mediante la producción de nuevas células saludables - estimula la síntesis de proteína -. Mejora la capacidad de la glándula para eliminar toxinas.

Es de utilidad en la terapia de la cirrosis, hepatitis crónica, o la degeneración grasa del hígado. Su falta de toxicidad hace que se pueda utilizar durante largo tiempo. La mejor forma de utilizarla es tomando cápsulas o comprimidos de extracto seco, junto con la planta micronizada. Varios laboratorios la tienen envasada de esta forma.

Veamos que dice Salvador Cañigueral, presidente de la Sociedad Española de Fitoterapia - Sefit - y profesor de Farmacología y Farmacognosia de la Universidad de Barcelona: "La eficacia terapéutica de la Silimarina se basa en dos mecanismos de acción: por una lado modifica la estructura celular externa de los hepatocitos, impidiendo la penetración de los agentes tóxicos dentro de las células hepáticas. Además consigue que aumente la síntesis proteica, lo que favorece los procesos de regeneración. Por este motivo se recomienda su uso como coadyuvante en la terapia de inflamaciones hepáticas crónicas y cirrosis, así como en daños hepáticos de origen tóxico.

ALCACHOFA alcachofa

Clásica para la terapia de disfunciones hepatobiliares y digestivas. Sus principios activos, concentrados sobre todo en las hojas, son la cinarina - principio amargo- y unos flavonoides derivados de la luteína.

Investigaciones llevadas a cabo en los últimos años han demostrado que a dosis adecuadas la alcachofa es capaz de disminuir los niveles plasmáticos de lípidos y de ejercer un importante efecto hepato-protector, probablemente debido a sus propiedades antioxidantes. Esta acción es debida a la acción captadora de los radicales libres que producen la oxidación celular.

Las hojas de Boldo se utilizan en caso de disfunciones hepato-biliares. Cuando existen piedras en la vesícula alivia las molestias digestivas y la sensación de distensión después de las comidas típicas de las navidades. No hay que confundir: el Boldo no es capaz de deshacer los cálculos biliares ni de provocar su expulsión. Si se ha comprobado que produce cambios en la composición química y en las propiedades físicas de la bilis. De este modo la hace más fluida y con menor tendencia a la formación de piedras. Impide que la bilis precipite y se formen nuevos cálculos o aumente el tamaño de los que ya existen. Está contraindicado en caso de obstrucción de las vías biliares.

DIENTE DE LEON

Diente de León

Esta planta, tan común en los campos españoles, tiene propiedades muy beneficiosas tanto para el hígado como para la vesícula.

Es un excelente depurativo. Drenador hepato-renal. Se utiliza la raíz. Tiene efecto colerético bien comprobado en experimentos con animales que demuestran el aumento de la secreción de la bilis hasta llegar a triplicarla. Descongestiona así el hígado y facilita su función de desintoxicación. Funciona muy bien en casos de disquinesia - vesícula perezosa- y otros trastornos de su funcionamiento.

Con estas tres plantas tenemos recursos suficientes para proceder a normalizar las funciones hepáticas y de la vesícula alteradas por los posibles abusos de esas fiestas.

Otro recurso interesante es la NUX VOMICA, del ámbito de la homeopatía. Va muy bien tomar unos gránulos antes de los abusos de comidas o de alcohol. Por ejemplo en la dilución 9CH. Se dejan bajo la lengua, chupando lentamente hasta que se disuelvan. El mismo remedio se puede utilizar tras las juergas.

La cebolla y el limón pueden darnos buenos servicios utilizados adecuadamente. Se puede preparar un caldo vegetal hirviendo cuatro o cinco cebollas en una olla a presión con dos litros de agua durante siete minutos. Se cuela y se guarda en la nevera. Se toma templado con el zumo de uno o medio limón antes de las comidas principales.

Tras las fiestas navideñas también se puede tomar la decisión de estar uno o dos días a fruta. Por ejemplo piña natural madura. No se pasa hambre y es un excelente depurativo.

Con la invitación a no pasarse en exceso en estos días aprovecha la ocasión para felicitar las fiestas.


Respuesta  Mensaje 3 de 4 en el tema 
De: Alicia Enviado: 20/11/2009 21:51
Tomaremos nota.

Respuesta  Mensaje 4 de 4 en el tema 
De: TATIS-7 Enviado: 06/12/2009 02:53

graciascompartir5iq21.gif gracias por compartir image by cristal1402

 

MUY INTERESANTE AMIGA!



Primer  Anterior  2 a 4 de 4  Siguiente   Último  
Tema anterior  Tema siguiente
 
©2025 - Gabitos - Todos los derechos reservados