Según anuncia el ministro de Cultura egipcio, Faruk Hosni, en un comunicado difundido este domingo, el origen de las tumbas halladas se remonta al gobierno del faraón Keops (2.609- 2.584 antes de Cristo), el segundo faraón de la IV dinastía.
Estas tumbas fueron construidas junto a la pirámide del rey, lo que indica que de ningún modo esta gente era esclava. Asimismo, algunos enterramientos pertenecen también a trabajadores que participaron en la erección de la pirámide de Kefrén, que reinó durante los años 2.576 y 2.551 antes de Cristo.
Según el secretario general del Consejo de Antigüedades, Zahi Hawas, "esta es la primera vez que se hallan tumbas como las desenterradas en los 90, que pertenecían a la IV dinastía y a la V".
Para el veterano arqueólogo, el descubrimiento es uno de los más importantes de los últimos dos siglos, al arrojar más luz sobre el primer periodo de la IV dinastía. Zawas apunta que con este descubrimiento se despejan las dudas sobre el origen de estos trabajadores, que según el arqueólogo no eran esclavos.
"Estas tumbas fueron construidas junto a la pirámide del rey, lo que indica que de ningún modo esta gente era esclava. Si hubieran sido esclavos no hubieran podido construir sus tumbas junto a la de su rey", asegura Hawas.
Hawas sostiene que, basándose en los descubrimientos que se han hecho en esta necrópolis, los trabajadores pertenecían a familias acomodadas del Delta del Nilo y del Alto Egipto que enviaban a las obras 21 búfalos y 23 ovejas diariamente para alimentar a los trabajadores, que rotaban cada tres meses.
Según el arqueólogo, dichas familias no pagaban impuestos sino que participaban en uno de los proyectos nacionales del país.
Crónica
Enero 10. 2010
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