No entiendo, no entiendo nada.
Vamos a ver.
¿Para qué tantas cosas inútiles?
¿Cómo justifican su existencia?
No entiendo esta infinita
variedad de sutilezas.
La piel blanca de la nieve
que acabo de herir,
la sangre que brota
de mi labio partido,
partidos tus muslos, tu humedad,
partida tú y lejos.