He intentado en vano olvidar tu imagen, que como un tatuaje
se insertó en mi alma.
Y mi pecho herido no encuentra la calma en nuevas auroras
de vientos y aguas.
Sentir cada día como ya vivido en incontestables silencios vacíos, ¡no esperar ya nada...!
¡ silenciar latidos...!
que van repitiendo tu nombre y el mío. Vivir en la idea de lo que he vivido, ¡ que es sentirse muerto... pero estando vivo...! sin un cuerpo inerte, sin sentir el frío, sin que la memoria se vuelva al olvido.
Pronunciar al aire miles de palabras que aunque son profundas,
pierden el sentido,
y extender las manos buscando
en ceguera la imagen perfecta
de lo que antes era.
Comprender entonces:
que se está muy sólo,
que se está muy triste,
¡que nada se espera...!
Me empeño y esfuerzo
en no recordarte
Y no lo consigo...
No pueden los días,ni el tiempo,
ni amores, volverte en olvido.
Me siento tan sólo,
como no imaginas, que en cada momento,
y en cada segundo, en vano procuro recrear momentos que son como espinas.