Daniel, con sus 90 años, va a hacerse el chequeo anual. Todos los análisis tienen resultados normales, por lo que el Dr. García le dice:
- Bueno Daniel todo indica que está usted muy bien desde el punto de vista físico. Pero ¿cómo se siente mental y emocionalmente? ¿Disfruta usted de paz interior? ¿Mantiene una buena relación con Dios?
Daniel responde:
- Dios y yo estamos muy ligados. Fíjese doctor: como Él sabe que soy muy corto de vista, cuando voy al baño por la noche, Él me enciende la luz y, cuando termino, me la apaga.
- ¡Que bárbaro! -dice el médico-. ¡Parece increíble!
Un par de horas más tarde, el Dr. García decide llamar por teléfono a la hija del anciano, amiga suya:
- Hola, Melisa, tu padre está muy bien, físicamente un diez, pero te llamo porque tengo ciertos temores en cuanto a su relación con Dios. ¿Es cierto que cuando se levanta por la noche, se enciende sola la luz del cuarto de baño y, cuando termina, la luz se apaga?
-¡Madre mía! -dice Melisa-. ¡Otra vez se está orinando en el refrigerador!!!!