El ángel de Julio trae una temporada de relajamiento, un tiempo para jugar y volver a llenarnos de energía.
Los proyectos que comenzamos en la primavera deben estar bien maduros y creciendo fuertemente por sí mismos. El ángel de Julio nos impulsa a coger tiempo, ahora, para observar lo que hemos plantado. El ángel de Julio nos anima a cuidar el jardín de nuestra vida, cuidar lo que hemos comenzado, y a ser suficientemente objetivos para desyerbar los elementos poco productivos, dañinos.
Este ángel de verano nos recuerda que alimentamos las personas y cosas que nos traen felicidad, para que podamos recoger una cosecha de alegría y cumplimiento.